Carmen Casado Linarejos

Epifanías

Carmen Casado Linarejos


La librería

02/03/2025

Diario Palentino informa de un acontecimiento extraordinario: En Palencia abre una nueva librería, que será la segunda de la histórica Librería Iglesias, existente en la Calle Mayor. Los palentinos debemos felicitarnos por partida doble. Por una parte, porque revela que, dentro de la difícil situación que atraviesa el comercio en nuestra ciudad, hay una firma comercial genuinamente palentina que progresa y crece. Por otro lado, se trata de una librería que, como todas las existentes desde la antigüedad, viene a alimentar la cultura de todo el que desea crecer en la instrucción en todos los ámbitos del conocimiento. Es cierto que en Palencia existe un número importante de comercios dedicados a la venta de libros, donde parece que su situación es satisfactoria, pero que se registre un incremento como este, es muy positivo. Librerías y bibliotecas son instituciones gemelas y son tantos los escritores que se han ocupado del libro y la librería que sería interminable glosarlos, pero resulta inevitable citar al gran Borges, apasionado de los libros y sus obras La biblioteca de Babel o El Aleph que guardan parte de su producción con el libro como compendio del mundo. Para él, la lectura debe ser una de las formas de la felicidad. En nuestros días, Irene Vallejo explicó sus beneficios en su pequeño gran libro Manifiesto por la lectura. La librería es mucho más que un establecimiento que vende libros, es un ágora que acoge comunidades de lectores y que se adapta al cambio de signo de los tiempos. Es bien conocido que en los regímenes dictatoriales, la librería sirve como punto de encuentro de la disidencia donde adquirir aquellas publicaciones perseguidas por la censura política y hablar con quienes comparten sus ideas. Lugar de desarrollo de corrientes literarias marginadas, como ocurrió en la década de los cincuenta del siglo XX con la corriente Beat que se dio a conocer en una librería. Los libros son esenciales para unir a los seres humanos y defendernos frente al olvido. El comercio electrónico, amenazante de la venta presencial, no hace peligrar la librería tradicional que, no solo no disminuye, sino que evoluciona manteniendo su naturaleza.