Me parece bien, pero que muy bien, que desde el Ayuntamiento de Palencia se explore cualquier vía para frenar el deterioro económico de la ciudad, incluyendo el fomento de la internacionalización de nuestras empresas, una estrategia esencial para aumentar su cuota de mercado, su negocio, y sus ratios de rentabilidad. Y dados los vientos arancelarios procedentes de EEUU y la debilidad de nuestros socios europeos, veo lógico pensar en China. Así que sí, me agrada que el Ayuntamiento haya firmado un Acuerdo de Cooperación Amistosa con la ciudad china de Qinzhou, el cual culmina unas conversaciones iniciadas en 2019 para fomentar el intercambio cultural y comercial de Palencia con otras ciudades del gigante asiático. De hecho, ese año ya viajaron a China representantes de empresas palentinas para dar a conocer nuestros productos en la feria gastronómica Qwine Expo. Seis años después se firma este tratado, lo cual constituye una esperanzadora noticia de que por fin este equipo de gobierno se toma en serio el impulso económico de la ciudad. El problema es que para la firma Miriam Andrés y Judith Castro han decidido viajar hasta Qinzhou. Y no, no han ido acompañadas de empresarios palentinos, sólo de un técnico de la Agencia de Desarrollo. Tampoco se han entrevistado con empresarios asiáticos. Sólo han ido para una firma, para una rúbrica que precisa de diez segundos si se agarra bien el boli, de un minuto si se quiere dar algo más de pompa, sólo para eso han viajado más de 20.000 kilómetros. Hace cincuenta años tendría sentido. Hoy no, porque se podía haber firmado virtualmente desde aquí. Incluso el Cónsul de España en Cantón podía haber representado allí al Ayuntamiento, porque existe el precedente del hermanamiento del Cristo del Otero con su homólogo de Río de Janeiro, firmado por el cónsul español en Río en nombre del Ayuntamiento. Entonces… ¿por qué se han ido? ¿por qué se han dado esa paliza, perdiendo cinco días de trabajo y gastando una buena pasta de las maltrechas arcas municipales? Pues me temo que la respuesta es… por la foto, por la instantánea de la firma rodeada de señores vestidos de gris y rasgos orientales, porque creerán que así tapan las críticas a su gestión, pérdida de fondos europeos incluida. Ese es el nivel.