No ha dejado el Ayuntamiento de Monzón, tanto en los mandatos socialistas como en el popular, de llamar a todas las puertas que ha podido para dar una salida a los terrenos que aún pertenecen a Ebro Food, sin mucho éxito. Sin embargo, ahora parece que se está abriendo una ventana para sacar del olvido unos terrenos que suman 45 hectáreas de terreno calificado como industrial, en muchos casos urbanizados, con toma de agua en el Carrión, a tres kilómetros de la A-67 y con conexión directa a la línea ferroviaria Madrid-Santander.
«Hemos intentado y manteníamos la esperanza de que Ebro decidiera utilizar los terrenos para algún proyecto propio, sobre todo después de la incorporación de diferentes divisiones, pero no ha salido adelante», reconoce Martínez. Así que han mantenido reuniones con el área de patrimonio de Ebro para modificar las Normas Urbanisticas de la localidad-proceso en marcha- para permitir que la empresa pueda trocear y vender los terrenos industriales de Monzón. «Ellos también tienen la intención de hacerlo así, porque son unos terrenos que no piensan utilizar, y si así se facilita la llegada de algo, pues todos contentos». Sin embargo, el regidor monzonés no quiere, por ahora, lanzar las campanas al vuelo, para no gafar una iniciativa que podría devolver a Monzón su antigua vida.