La más importante de España es la Nacional con un fondo de más de treinta y cinco millones de libros, documentos, partituras musicales, impresos antiguos y otros objetos de gran valor histórico y artístico. Forma parte importantísima de nuestro patrimonio nacional y su cuidado y administración dependen directamente del Ministerio de Cultura. Durante las últimas semanas, el agua ha sido el protagonista de terribles tragedias que se han cobrado muchas vidas en nuestro país. Poca atención han merecido las lluvias que, en Madrid, han provocado graves inundaciones en la Biblioteca Nacional dañando más de un centenar de libros. La planta decimosegunda, que es la última del edificio de la plaza de Colón, ha sido la más afectada por goteras que, en palabras de los trabajadores de la Biblioteca, parecía una piscina. Bien sabido es que los enemigos de los libros son el agua, el fuego y el polvo. Muy poca atención ha prestado el Ministro de Cultura, señor Urtasun, al cuidado de la Biblioteca, más preocupado por descolonizar museos y atacar a la tauromaquia que en proteger el Patrimonio Nacional. En Palencia tenemos bibliotecas bien provistas al alcance de todos. Entre ellas hay que destacar la del Instituto Jorge Manrique, fundada en el siglo XIX y poseedora de un interesantísimo fondo con ejemplares del siglo XVIII. Alguno de ellos procede de conventos desamortizados y de donaciones particulares. Una parte interesante de su contenido la forman los libros de texto, casi tan antiguos como el mismo instituto -los hay de 1913-, que permiten analizar y comprender el proceso de los diferentes sistemas educativos transcurridos en España a lo largo del siglo XX. La última reforma del edificio que la alberga ha dotado a la biblioteca de unas instalaciones amplias, luminosas y tranquilas que permiten la conservación idónea de sus fondos y su utilización. En el Libro de Palencia, de 1874, Ricardo Becerro de Bengoa, ilustre profesor del instituto y director de DP se lamenta de la deficiente conservación de los libros de la biblioteca que, desgraciadamente, haya provocado la desaparición de un buen número de ellos.