Dionisio Lamas Muñoz

Tribunal Libre

Dionisio Lamas Muñoz


La soberbia

24/06/2024

Es la pócima envenenada de la humanidad, el contravalor de la humildad, y cuyas consecuencias son trasladadas de generación en generación a los pueblos pacíficos con el fin de pervertir su sencillez y ser sometidos a diversas atrocidades y suplicios psicológicos; oscureciendo y ahogando el grito de auxilio a la libertad, porque la soberbia es esclavizar, someter, manchar la dignidad de quienes sufren los actos de soberbia. Los hombres y mujeres oprimidos y llevados al sufrimiento de la ínfula, por el carácter indeleble, de quiénes bañados en la conducta de la vanidad, pretenden ofuscar la bondad de los sencillos, porque no conocen otra forma de vivir que ejercer la maldad, consiguen la oposición social en cualquier sentido. La soberbia hunde sus raíces en el desconocimiento de la historia; en el repudio de la cultura; en la ignorancia del legado que dieron las civilizaciones a los siglos. Los actos procedentes de la soberbia se sustentan en la inquina, la maquinación, la injusticia, y la difamación. La primera sucede a través del rencor o aversión hacia seres humanos, mascotas o plantas, y cuya consecuencia inmediata es perpetrar su destrucción. La segunda, la maquinación ocurre desde los peores sentimientos del interior humano, nacidos de la enemistad y su enjundia contra bienes y personas. La tercera, la injusticia proviene de hechos carentes de conocimiento, sin el más mínimo sentido cívico, por ello, degradan el medio, la vida y la moral. La cuarta, la difamación surge de la inmoralidad, de la indecencia: política, religiosa y social, y solo tiene reconocimiento en la intolerancia y en el rencor hacia los semejantes, con el fin de manchar la fama y el buen nombre de las personas, urdiendo tramas oscuras y despreciables. La soberbia, es el signo externo de la bajeza intelectual que porta el ser humano, cuando ha sido incapaz de adquirir nobleza de sentimientos en su infancia y ha desestimado el acervo cultural de sus padres y de su pasado. La soberbia, quiebra la columna espiritual de la persona y de la humanidad, transportándola hacia la desaparición de los imperios y de las civilizaciones, y hace del ser humano un sin sentido de los siglos, una especie de sátira viviente de la historia.

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