…hay zonas sensibles donde la crisis se deja sentir. No sé si las apariencias engañan, pero no es centro neurálgico que se anime a ir todos a una. Y donde hay o intenta algo, la zancadilla aparece. Otras, se queda en titulares rimbombantes. Los pueblos se vacían y los alcaldes de algunos tratan de tirar del carro. Inventan ayudan, sufren si se cierra lo poco que va quedando tal que una pequeña tienda que saca del apuro inmediato, pero si se cierra el bar donde se va a tomar un vino, cambiar impresiones y a jugar la partida, eso ya puede considerarse como auténtica tragedia. Entonces, esas localidades de apenas vecinos se movilizan y la voz del alcalde ofrece la gestión a alguna familia de fuera para que se haga cargo del bar de la pequeña comunidad. Perderlo es dejar morir al pueblo. Sabemos que no todo el mundo puede trabajar de lo que quisiera. Y menos pensar en vivir del grifo de la subvención. Pero hemos visto ejemplos que además de tener un algo seguro para su economía familiar se convierten en autónomos y sacan adelante a sus familias al ponerse al frente de un negocio de servicio al público que, tal vez, nunca imaginó. He referido esto, porque concretamente en la Residencia de Mayores Puente de Hierro hay una magnífica cafetería a la que ha vencido el contrato de la concesión. Sale de ojo, que pasen días sin abrirse de nuevo. Es cierto, que un empresario dedicado a la hostelería no le interese por los motivos que todos sabemos; pero que no haya ninguna familia que se interese, choca bastante. En este establecimiento de mayores, sito en la capital, solo entre residentes y personal empleado, los usuarios sobrepasan a los que pueda haber en varios pueblos juntos de algunas zonas palentinas. Y si a esto se añade las visitas de familiares y gente de fuera que viene a comer cada día o a tomar algo... Sí que es cierto que los precios son establecidos, pero la cafetería en cuestión tiene gratis servicios que precisa, tal que limpieza, agua, luz, etc. Esta cafetería es similar a la del Centro de Mayores de La Puebla y si se lleva como el empresario trabajador que rige aquella, una familia bien puede salir adelante.