Enrique Devesa, profesor de la Universidad de Valencia y experto en el sistema de pensiones, el 31/1 respondía a varias preguntas en Actualidad Económica. Partidario de resetear el sistema de pensiones, critica que las reformas no sirvan para atajar el problema. A la pregunta de si el incremento de las pensiones es sostenible en una sociedad cada vez más envejecida, dice: «Será sostenible hasta que explote». Sobre la revalorización, conforme al IPC del 2,80% para este año y ser un principio inmutable incluso en épocas de inflación para no perder poder adquisitivo, si debería reconsiderarse: «Sí, aunque es duro para los pensionistas». Esto es largo y no hay espacio para copiar respuestas completas. Más adelante, indica que las pensiones más elevadas deberían haber subido algo menos del IPC y las mínimas, subido incluso algo más. En otra viene a decir que si el gasto sube más de lo esperado aumentará el tipo de cotización que teóricamente está muy bien pero que en la práctica, tiene un impacto en el mercado laboral; las empresas contratarán menos. Da miedo. Parece que deban intervenir pero con sensatez, contando con todos los agentes sociales que deban estar. Aunque, hay algo de lo que no se habla cuando deberían oírse grandes y razonables voces. Que el sistema robotizado lleva tiempo supliendo a muchos trabajadores, está ahí. Habrá lugares en los que por competitividad y otras causas, sean necesarios. Interactuar el humano con la máquina no tiene vuelta atrás. Pues sobre esto que es tan importante porque a ver qué hace el que se queda en la calle y nadie dice que estas máquinas deben regularizarse en el sentido de proporcionar una aportación, una cotización a la caja de la Seguridad Social. De todas formas, hay mucho chocolate del loro y mucho oportunista. Con un ejecutivo tan costoso y el más grande de la UE que aun estando los de abajo en una terrible crisis de penuria, malgasta mucho dinero público. El exceso de políticos, incontables cargos a dedo en franja sideral, privilegios, quitas y «pongos» a los socios, más lo que va saliendo, es indefendible si se quieren servicios públicos esenciales: para todos.