Carmen Casado Linarejos

Epifanías

Carmen Casado Linarejos


El esperpento

09/02/2025

El DRAE lo define como persona, cosa o situación grotescas o estrafalarias. En el Museo Reina Sofía, de Madrid, se puede visitar una interesante exposición dedicada al Esperpento. Toma como centro la obra de Valle Inclán, creador de la forma literaria así denominada  y consistente en deformar sistemáticamente la vida española de su tiempo-comienzos del siglo XX-definida en su obra Luces de Bohemia. El Esperpento es una propuesta estética en la que el autor reacciona frente a la situación de desesperanza por la que transcurría la sociedad española. Ofrecía una perspectiva muy novedosa para entender la incoherencia de aquella sociedad consistente en la idea de que el absurdo de nuestra nación solo puede expresarse mediante el esperpento. Más de cien años han transcurrido desde que Valle Inclán se manifestara de ese modo y es muy probable que, si hoy viviera el autor, tendría aquella impresión sobre la actual sociedad española, muy próxima a la de esperpéntica. La vida política española en nuestros días presenta situaciones verdaderamente absurdas como cuestionar sistemáticamente las actuaciones judiciales, el Fiscal General del Estado bajo sospecha, la gobernabilidad de España puesta en manos de partidos muy minoritarios que dicen no ser españoles; se enfrenta a unos españoles frente a otros, creando tensiones peligrosas e innecesarias. Se hace alarde de una obsesión enfermiza con la presidenta de la Comunidad de Madrid cuyos éxitos electorales les desquician. Se desentierra el cadáver del General Franco para resucitar absurdamente su memoria con aviesa intención. Se protege al delincuente que ocupa viviendas ajenas o que no paga el alquiler al propietario. El esperpento se escenificó el pasado domingo, día 2, en una manifestación convocada por los sindicatos del Gobierno para protestar porque el partido de la oposición al Gobierno había apoyado al Gobierno en sus propuestas relativas a las pensiones y otras medidas de orden económico. Al menos, en Palencia, aplicando la más elemental lógica, se desconvocó tan absurda manifestación. Ni Valle Inclán habría imaginado tanto esperpento.