Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


El derecho a conocer la verdad

11/03/2025

En España se engaña, no se dice la verdad. Las quitas de Cataluña que decían eran una condonación, perdón de deuda, personajes sin interés alguno en mentir como Felipe González, nos aclaran que no es verdad lo que dice el gobierno. 
El conocimiento es verdadero cuando expresa las cosas tal como son en la realidad. La verdad no puede manipularse, no depende de gustos o intereses: las cosas son como son y nuestro conocimiento es verdadero si se ajusta a la realidad. Eso se contradice con la visión filosófica de la verdad que manifiesta el teórico marxista Wittgenstein. Para él la verdad no existe, puede variar. Lo que en mí es verdad, para otros puede no serlo. Ese concepto relativista lo ha incrustado el Progresismo marxista. Y al final no se miente, todo es relativo. Ahí está el malintencionado engaño.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, establece que la mentira inicial es individual, hay un solo mentiroso. Y es obligación de los Estados realizar la investigación de las circunstancias para proporcionar reparación a las víctimas. Pero dijo Tocqueville que, "junto a un dictador, siempre hay un severo hombre del derecho dispuesto a justificar sus arbitrariedades» con lo cual la responsabilidad se va difuminando al complicar el constructo.
El Convenio de Derechos Humanos obliga a los Estados a buscar información en materias de interés general. Aquí, en España no. El gobierno miente sin responsabilidad alguna.
El derecho a la verdad ha sido reconocido en los Principios de las Naciones Unidas, la Resolución 60/147 de la Asamblea de las Naciones Unidas, así como por el nombramiento del Relator Especial para alcanzar la Verdad, la Justicia, la Reparación y Garantías... La figura del relator nos la impuso Isabel la Católica con el Cronista del Crimen, para que relatara los crímenes de suelo patrio. 
Hoy las guerras, la supresión del Derecho a Protestar, los cambios de opinión, las mentiras, los olvidos. la falta de colaboración con el juez, la ocultación de pruebas, eliminan el derecho del pueblo a la verdad. Y deben ser y serán, objeto penal.
La falta de confianza por negar la realidad, no decir verdad, parece ser derecho del Gobierno.