Mi abuela, recomendaba para la pérdida de memoria en exámenes, tomar rabos de pasas. Yo, los llevaría a los juzgados, para arreglar la memoria de testigos políticos.
Ya hubo voluntad de suavizar las responsabilidades en la izquierda, la primera que ofrece la fórmula de aceptar los cargos sin jurar, prometiéndolos. Jurar era la fórmula antigua, vinculada a la divinidad, implica poner por testigo a un poder divino, humano o institucional. Se jura sobre la Biblia o la Constitución.
Prometer es adquirir un compromiso consigo mismo, sin poner por testigo a nadie, ni a nada. Es una fórmula suave. En la práctica no se distingue del juramento sino en la semántica. La izquierda suele prometer, la derecha jurar. Aunque personalmente he visto a muchos de izquierdas jurar en masonería sobre la Biblia sin que les dolieran prendas. En los pleitos hay que asumir, con la responsabilidad que se impone, el compromiso ético de búsqueda de la verdad.
Ahora en los juicios, es frecuente no contestar preguntas de los abogados incómodos. Y no se toma como una postura que discrimina al testigo. De ahí se ha pasado al borrado de la memoria del teléfono. En el caso del fiscal general, el borrado del teléfono de García Ortiz es un «claro indicio incriminatorio». El que un alto cargo del Ministerio Público -jefe de más de 2.700 profesionales- no tenga ni una sola conversación en seis días, le incrimina. Es indicio de ocultar pruebas.
No contestar en sala, es lo contario al dicho popular: cuando se está limpio se contesta. Pero tiene un fin claro, proteger a otros, enmarañando la verdad. En el caso del asesinato de Marta del Castillo, se usó como protección de cómplices, así como la ocultación del cadáver, que arrojaría mucha luz al proceso judicial.
En el caso del fiscal general la pregunta es obligada: ¿A quién beneficia el «sí recuerdo, que no me acuerdo»?
Y Pedro Sánchez porqué nos dice inmediatamente: «¿Quién va a pedir perdón al fiscal general?». Para la cabeza del Ejecutivo «no hay ningún mensaje que pruebe esa grave acusación».
El remedio es claro, porque el legal ni se mienta: mi abuela les hubiera recomendado, tomar rabos de pasas.