Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Ventanas abiertas

09/07/2024

El mañana está ahí, abierto a todos y todos somos responsables de lo que nos depare, tanto para las personas como para el planeta. En consecuencia, no se trata únicamente de prever el futuro, sino de ejecutarlo hermanados, a través de un buen obrar armónico y conjunto, crecido de entusiasmo y desarrollado, en base a lo vivido. 
Ciertamente, al contemplar este mundo globalizado y su historia de tormentos, podemos sentirnos desolados, al darnos cuenta de que hay mucho por realizar, comenzando por uno mismo, que ha de entenderse y atender a enderezar su propio itinerario humanitario. 
Con buena voluntad todo se consigue, desterremos el miedo de nuestros interiores, poniéndonos a florecer en el laboreo de una tierra más habitable y de una sociedad más fraterna. Desde luego, no perdamos jamás la esperanza, tenemos en nosotros la capacidad de sabiduría y virtud, ¡trabajémosla!
Quizás nos sea saludable ponernos a contemplar las vidrieras del tiempo. Esto contribuirá a un desarrollo más pleno, que ha de ser ayudado a llevar a cabo la plenitud de sus potencialidades anímicas, como individuo y en el contexto de la familia. Concebir la parentela, compartir sus éxitos, nos servirá para rectificar las erratas vivientes, plasmadas en nuestro obrar presente. Al fin y al cabo, el después no es más incierto que el ahora. 
Nuestra gran asignatura pendiente, sin duda, radica en aprender a reprendernos, bajando de los viciados pedestales. Pongamos el cierre a la pobreza; siendo capaces de acompañar a las personas, filiaciones y comunidades, por la senda de un auténtico desarrollo humano. ¿Acaso puedo considerarme ciudadano justo, si todavía cohabitan análogos encadenados a la indigencia? Nuestro porvenir es su porvenir, ¡preocupémonos!
La alianza entre las generaciones es lo que nos relanza a repensar sobre nuestros modos y maneras de actuar y movernos. No olvidemos que una entidad en la que se reverencia la diversidad, es mucho más resistente y transformadora, que otra que no ve más perspectiva que para sí y los suyos. Bajo esta lucidez y con la ayuda colectiva, podemos reconstruir una civilización digna, con una verdadera cultura de la libertad. Cierto, ¡podemos y debemos realizarlo!

ARCHIVADO EN: Pobreza