Antonio Álamo

Antonio Álamo


Paraguas

13/03/2025

Como era de esperar, la sugerencia de incrementar el gasto en defensa no ha gustado. Ni a nivel nacional ni internacional. Por lo pronto, la mayoría de los miembros integrantes de Sumar, partido con responsabilidades en el gobierno español, está molesta y asegura que el incremento no garantizará la autonomía europea y lo rechaza, sin ofrecer alternativas viables. Y no son los únicos… en otros partidos guardan silencio o lanzan cortinas de humo para evitar significarse, como son los casos de Vox o PP, respectivamente. El gobierno, a su vez, recurre a Patxi López para que se enrede con pedagogía -es un decir-  en el tópico de cañones o mantequilla. En resumen, ante el panorama y la actitud de los responsables públicos, a los ciudadanos solo nos queda encomendarnos a la corte celestial. 
Y a nivel internacional pasa algo parecido. Por lo pronto, la Unión Europea acaba de descubrir que necesita rearmarse por si acaso a alguien se le ocurre repetir en sus territorios lo de Ucrania y por si el socio que tiene -o tenía- no interviene para garantizar su defensa. Bendito sea el descubrimiento. Otra cuestión es si dispone de las herramientas jurídicas comunitarias para garantizar su seguridad porque desde luego sí cuenta con instrumentos militares e industriales, suficientemente poderosos a la vista de la producción de varias empresas punteras en el ámbito bélico. Véase, entre otras, Rheinmetall, Leonardo, Dassault, Saab, Airbus, Thales, BAE Systems o Naval Group.
¿Qué es lo que ocurrirá mañana? Una pregunta así es la que se hizo Charles de Gaulle, a comienzos de los años 60 y en pleno comienzo de la V República, cuando se planteó dudas sobre el papel antagónico que desempeñaban en ese momento las dos grandes potencias e impredecible -o no tanto- en el futuro. Así nació la Force de Frappe francesa como elemento de disuasión nuclear independiente de la OTAN. Cuestionado o no, hay que reconocerle al menos cierta perspectiva de futuro. Que ahora, sesenta y cinco años después, Macron recuerde que tiene un paraguas para guarecernos de la lluvia dice bastante sobre ciertas prisas que han entrado a la vista de los nubarrones que tenemos encima… ¿estaban durmiendo los líderes europeos o posaban para la prensa?