Cuando el párroco de Santa María decidió reutilizar la vacía iglesia de Santiago, pocos imaginaban que tendría tanto recorrido. Este devoto sacerdote, bueno y tierno, se preocupó de que el inmenso patrimonio religioso que por nuestras tierras se desperdiga estuviese bien acogido. La iglesia de Santiago, de Carrión de los Condes, se quemó cuando las tropas francesas entraron en el pueblo en tiempos de Napoleón, de ello di cuenta en una novela histórica: Tiempos ariscos para un extranjero. Su fachada románica es uno de los mayores ejemplos de este género de arte y se encuentra en casi todos los libros de arte español y en algunos que hablan de ello diseminados por el mundo entero. Una maravilla universal que acogió, gracias al citado clérigo, numerosos retablos y estatuas, cuadros y obras de diversas capillas, ermitas o lugares que si no tal vez se hubieran expoliado o malvendido por bandidos que no respetan lo sagrado.
Aquí hicieron la exposición de Las Edades del Hombre y ahora reabre como museo. Por cierto, era muy bello. Mas ahora me hallo danzando entre universidades del extranjero y no puedo verlo, solo en las fotos que muestran los blancos y pomposos paneles donde cuelgan los cristos y otros sacros objetos. Me gustaba más el encanto de acumulación que tenía antes, en las paredes llaves antiguas en un rincón, cuadros de varias épocas... Los organizadores de museos a veces son tiranos con estúpidos criterios... No así don José, su fundador, quien con buen gusto preparó un interesante recorrido de maravillas que no sé a dónde habrán ido ni cuáles quedaron. Aquel sacerdote bonachón entendió que el patrimonio de la Iglesia es fabuloso y un milagro que se haya gestado durante milenios para llegar vivo incluso a nuestros anticlericales tiempos. El arte religioso suele ser oración y devoción convertida en objetos, algunos preñados de asombro y fascinación, que despiertan nuestra mente y hasta nuestro corazón, como bien entendió Santa Teresa de Jesús y muchos otros, mientras los protestantes lo destruían en sus templos.
Ahora se reabre con visitas gratuitas que merecen ese hermoso paseo.