Ilia Galán

Ilia Galán


Ayudar a Levante

11/11/2024

Conmueve ver cómo se organizan las gentes, después del natural desastre, para ayudar a nuestros hermanos en Levante. Ayudar es levantarse, levantar el alma y llenarla de luz, mientras se da luz a otros, lo que hoy suele llamarse solidaridad, versión laica de la caridad, que es amor al otro por Dios, ser de puro Amor. Amar con hechos, en verdad. Esto es la esencia del cristianismo, pero también de la Ilustración, del humanismo incluso agnóstico. Quien ama, ha hallado a Dios, aunque sea parcialmente, en lo que ve. Pues quien no ama a quien ve, ¿cómo va a amar a Quien no se ve? En las tragedias se palpa la miseria del corazón humano y también su grandeza, dependiendo de cómo se comporten unos u otros.
La Diputación de Palencia ha recogido 335 palés llenos de alimentos para enviar urgentemente a las zonas afectadas por el diluvio, apoyándose unos alcaldes con otros en nuestra provincia y para enviarlos a otra región y a gentes que tal vez hablan otra lengua, sin mirar a quién se ofrece la ayuda: a todos los necesitados. Trabajadores de la institución provincial se unieron a voluntarios que recogían, clasificaron o bien organizaron los suministros necesarios para enviar a las zonas devastadas: agua, leche, pan, alimentos infantiles, productos de limpieza e higiene... Este apoyo mutuo nos engrandece y ayuda a levantarse antes a quienes fueron tumbados por la catástrofe. Se da. El dar es esencial en la evolución de la humanidad, no solo el comerciar o el producir alimentos y otros bienes, sino el entregarse y entregar. Intercambios propios de la bondad. 
Tanto Jesús de Nazaret como Kropotkin coinciden. Este príncipe ruso, anarquista, demostró cómo las especies evolucionan, más que por la lucha de los más fuertes que vencen y se reproducen, por el apoyo mutuo, la ayuda que se da frente a enemigos o al clima, como los pingüinos cuando se juntan ante el temporal o los bóvidos que hacen un círculo donde guardan dentro a las crías, dando testa y cuerna a los lobos que querrían devorarlas. Maravillosas obras del arte, ciencias y tecnología, la asistencia a los demás: la humanidad ahí se crece resplandeciente.