El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este lunes, en una declaración institucional en La Moncloa, su decisión de continuar al frente del Gobierno. Lo hizo después de que el 29 de abril publicara en sus redes sociales una carta a la ciudadanía en la que denunciaba una campaña de acoso contra él y su esposa. Tras esa publicación, suspendió la agenda institucional durante los cinco días posteriores y puso sobre la mesa la posibilidad de dimitir. 

Las dudas sobre su continuidad en el Ejecutivo se disiparon este lunes durante su intervención, en la que aclaró que continuará «con más fuerza si cabe».  
«Solo hay una manera de revertir esta situación, que la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo», denunció el líder del Ejecutivo. Y es que para Sánchez, España lleva «demasiado tiempo dejando que el fango colonice impunemente» la vida política, «contaminándonos de prácticas tóxicas inimaginables», subrayó durante su comparecencia en Moncloa. 

Ahora, se abre una nueva etapa en España impregnada de incógnitas sobre las posibles medidas que se puedan tomar, en caso de que se tomen. En la capital palentina, las posturas son muy variadas. 

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