Antonio Álamo

Antonio Álamo


Rearme

20/03/2025

La intención de la Unión Europea de incrementar la inversión en defensa permite contemplar en directo más contradicciones de las esperadas. Es cierto que estas son habituales, legítimas y propias de la condición humana pero a veces sobrepasan ciertos límites y es cuando sorprenden por insólitas. Para bien o para mal. Entre las sorprendentes debe incluirse, para mal, la que están protagonizando los partidos políticos españoles a causa de su incapacidad para debatir y votar en el Congreso de los Diputados un asunto, el rearme, cuya envergadura y trascendencia además de afectar a todo un país está muy por encima de los intereses particulares de cualquier grupo. Antes que los escaños están las vidas, salvo que alguien opine lo contrario.
Dicho de otra manera, a la Moncloa se puede acceder, en la Moncloa se puede estar y a la Moncloa se puede volver, pero salvo que alguien demuestre lo contrario las vidas no se recuperan como en el parchís… la ficha comida vuelve a la casilla de salida y comienza otra vez siempre que el dueño saque un cinco. Y milagros, que se sepa, no ocurren todos los días. Por eso sorprenden las actitudes partidistas ante este asunto. Todo indica que el gobierno huye de una votación por miedo a perderla y sirva para descabalar la coalición que lo sustenta, que la oposición prefiera aprovechar el desgaste que le supone al rival y que otros partidos minoritarios aprovechen la ocasión para intentar sacar rédito social.
¿Para qué están las Cortes, pues? Que cada cual saque sus conclusiones. Desde luego la imagen que se proyecta es que trabajo sí, relativamente, pero también gratificaciones, ventajas y apariciones en prensa. Que la Unión Europea se rearme por miedo a conflictos futuros es comprensible a la vista del nuevo escenario internacional. Menos comprensible es que en la ronda de conversaciones el gobierno español envíe al ostracismo a una formación y, lo más grave, que el asunto no se debata y vote donde se debe. Cuesta mucho ganarse la confianza y muy poco perderla. Y el asunto del rearme no es el único, queda por ver las reacciones de unos y otros ante la imposición de aranceles porque también afectarán directamente aunque en su caso será a la economía. Nacional y doméstica.