El consejero de Educación, Juan José Mateos, anunció ayer que su departamento abrirá «una investigación con carácter reservado» para conocer las «circunstancias» en las que resultó herido de gravedad  Juan Delgado, un alumno de Segundo de Bachillerato del Instituto Alonso Berruguete de Palencia durante un viaje de estudios a Roma, quien falleció en la noche del martes en un hospital romano como consecuencia de las lesiones. Sin embargo, opinó que se ha tratado de «un desgraciado accidente» y que «no hay que ir más allá».

Al respecto, explicó que el siniestro tuvo lugar en la noche del lunes al martes «fuera de las actividades programadas por los profesores» y cuando los estudiantes debían estar durmiendo. «Los chicos a veces se saltan las disposiciones y deciden vivir un poco por su cuenta», comentó Mateos, quien apostilló que «hay que tener en cuenta que son chicos de entre 17 y 18 años que tienen cierta capacidad» y señaló que «si no hubiera sucedido este desgraciado accidente, sería una anécdota».

El joven fallecido, de 18 años de edad, se encontraba de viaje de fin de curso en Roma junto a 34 compañeros del IES Alonso Berruguete y dos profesores.

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Mateos explicó que no conoce «con detalle» las circunstancias en las que se produjo la grave caída del joven que acabó horas después con su vida, por lo que prefirió «ser prudente» y no dar más datos al respecto. «Lo más importante ahora es acompañar a los padres y reconocer que el centro hace un esfuerzo en la educación de los alumnos», recalcó.

Respecto a la investigación, indicó que lo primero será «escuchar a los profesores que estaban allí» y que luego se recabarán los informes de la Policía italiana, el juez y los servicios médicos del hospital que atendieron al joven tras el accidente.

El consejero quiso trasladar públicamente sus «condolencias» y su «dolor» a la familia del estudiante fallecido, a sus compañeros del Instituto y a sus profesores. «Hoy es un día triste para todos los que nos dedicamos a la educación en Castilla y León», aseguró.

Asimismo, explicó que su departamento «supo desde el primer momento» que había habido un siniestro y que ha estado «continuamente informado» por los profesores que viajaban en la excursión, de los que destacó que «no han abandonado nunca ni al fallecido, ni a sus compañeros». También señaló que han prestado todo su «apoyo» y que han estado «en contacto directo» con la Embajada de España en Roma y quiso «agradecer el trabajo del cónsul español», que comentó que estuvo acompañando al alumno accidentado en el hospital y luego a sus padres y al equipo directivo del Instituto.

Respecto a cuándo se va a repatriar el cadáver del chico a España, Mateos indicó que su departamento ha dado «un paso atrás» para «dejar que sean los padres los que, con nuestra ayuda, decidan lo que quieran hacer». «Nosotros estamos pendientes y les hemos ofrecido toda nuestra ayuda en un trance tan duro», apostilló.