Antonio Álamo

Antonio Álamo


Márgenes

12/09/2024

El nuevo ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, es un viejo conocido de la política regional porque fue secretario general de PSCyL, líder de la oposición en las Cortes de Castilla y León y candidato por su partido en las elecciones autonómicas del 2011. Es ajeno a la actividad laboral en el ámbito privado, la mayor parte de su vida la ha dedicado a la política, y es conocido curiosamente por un episodio folclórico que tuvo su gracia, con él como protagonista y una multitud de periodistas como acompañantes. Al hoy ministro no se le ocurrió nada mejor que convocar en abril de ese año una rueda de prensa a las 7,30 de la mañana, en el mirador segoviano de Piedras Llanas (1.488 metros de altitud). Sin dar pista alguna sobre la cita, allí se dejó fotografiar con una camisetilla roja y un eslogan como único estampado: 'Puro cambio'.
Partiendo de que en el Curavacas (2.524 metros de altitud) se hubiera congelado en una fecha como esa (abril) y de que numeritos así no contribuyen a dignificar la imagen de los políticos, aquel fue el único episodio que se le conoce en el ámbito de la teatralización. A partir de entonces y tras su derrota electoral su imagen se volvió opaca. No hubo más. Ahora que es ministro lo lógico es concederle lo que otros consideran periodo de gracia o elemental cortesía. Se suele hacer con frecuencia con recién llegados, huéspedes, conocidos, alumnos y, en definitiva, con cualquiera. Como costumbre es digna aplicarse también en el ámbito de la política. Manténgase, pues, también con él.
Lo del nombre del ministerio también puede ser tenido en cuenta pero por otras razones. Por su longitud, su contenido y su rimbombancia. El último caso conocido fue el de la Compañía Internacional de Coches-Camas y de los Grandes Expresos Europeos y data de 1883. La compañía tenía un bonito logotipo y fue famosa pero el progreso se la llevó por delante y hoy no es ni la sombra de lo que fue. Se entiende la referencia en el titulo a la función pública pero, viendo el funcionamiento de ciertos servicios oficiales electrónicos, cuesta más aceptar la parte relativa a la transformación digital. Dependerá de él mejorarlos. Ahí sí es válido aquello de 'Puro cambio'.