Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Pulpo maragato

24/07/2024


Siguiendo consejo de Alejandro Paadín en búsqueda de la mejor tortilla de Coruña, entre las opciones que me dio opté por probar la de Pulpeira de Melide y, como no podía ser de otra manera, fue todo un acierto. Además de comer una de las mejores tortillas de patata sin cebolla que recuerdo, disfrutamos de un excelente pan, buena empanada, pimientos de Padrón y un plato de pulpo que justifica con creces el nombre, la tradición, y las colas de personas esperando mesa. Incluso nos llevamos un aprendizaje, el del origen del plato pulpo a feira y su diferencia con el pulpo a la gallega, leyendo un excelente artículo del año pasado escrito por Sergi Ramis en La Vanguardia.
Porque la receta a feira no es gallega, es leonesa, concretamente maragata. Allí se hidrataba el pulpo seco con aceite de oliva y se le añadía pimentón, ingrediente que los comerciales maragatos subían a Galicia desde Extremadura por la Ruta de la Plata, adquiriendo y llevando al interior el pulpo seco, que así se podía conservar en condiciones.
Su consumo se popularizó desde los monasterios y con la anécdota del noble de Diego Arias allá por el siglo XII, quien, al tener que despojarse de sus bienes materiales para entrar en un convento a la vida religiosa, decidió organizar festejo e invitar a la población a comer la gran cantidad de pulpo seco que tenía. Así que en la Maragatería y en la provincia de Orense el consumo de pulpo tiene ya larga tradición, siendo hoy la población de Melide, que da nombre al restaurante coruñés que cito, un punto muy tradicional, especialmente para quienes hacen parada en su recorrido por el Camino de Santiago.
En fin, que me pierdo. Si al pedir pulpo se lo sirven acompañado de patatas cocidas, estarán ustedes comiendo pulpo a la gallega, no a feira; a feria sólo pulpo, aceite de oliva, pimentón y sal. Y el pimentón, dulce y picante, pero nunca ahumado. Y servido en un plato de madera que tiene el alzado, para que los jugos no se pierdan hasta que los untemos con pan para también degustarlos.
Las fibras del pulpo hoy se rompen congelando el cefalópodo unos días antes, no hace falta darle las palizas que se le daban antes, y por supuesto al cocerlo no es necesario echar una moneda de cobre en la olla…