Juan Barca Vara, el administrador concursal del CFPalencia, le dio ayer la extremaunción al club morado, anunciando la liquidación del la entidad morada. Será ahora el juez magistrado de lo mercantil el que tenga que firmar el acta de defunción, tras llegar a su poder el informe de Barco.
El Palencia está ahora mismo en muerte cerebral. De hecho, los jugadores morados recogieron sus enseres y el partido del próximo domingo ante el Salamanca B no se jugará, pese al deseo de algunos de despedirse en el campo, en La Balastera, morir en casa, vamos.
Queda un pequeño hilo de esperanza, una remota posibilidad de seguir con vida, casi un milagro. Óscar Mata Medina, el ex gerente del CFPalencia, máximo acreedor, que promovió este Concurso Necesario de Acreedores como única solución de supervivencia del club morado, tiene la intención, a través de su abogado, de solicitar una reunión con Juan Barco Vara para ver si existe alguna posibilidad legal de que el club no sea liquidado. De ser así, lo intentaría.
En menos de un mes (Juan Barco Vara aceptó el cargo, propuesto por el juez magistrado Jesús Manuel González Villar el pasado 16 de octubre) el administrador concursal del Palencia resolvió este Concurso Necesario de Acreedores abreviado.
REUNIÓN EN LA BALASTERA. A las 12,30 horas, tras la sesión preparatoria, el abogado vallisoletano citó a los jugadores y miembros de la directiva en los vestuarios de La Balastera. La semana anterior su visita sorpresa a las Instituciones, Ayuntamiento y Diputación, no dieron fruto alguno, pero tampoco hubo un no rotundo, por lo que extrañó esta convocatoria.
Las caras de jugadores, dirigentes y del propio administrador concursal ya delataban, antes de la reunión, que se avecinaban malas noticias. Sobre las 12,40 horas, los vestuarios se cerraron a cal y canto. Juan Barco Vara estaba comunicando su decisión. El primero en salir fue el jugador burgalés Álvaro. Lo hacía llevándose consigo sus enseres, sus botas. Era más que evidente lo que acababa de suceder en los vestuarios. Diez minutos más tarde salían los jugadores, con lágrimas en los ojos. Durántez, como uno de los capitanes, no pudo contener sus emociones ante las cámaras de La Ocho, rompiendo a llorar cuando comunicaba lo que nadie quería oír: el administrador concursal había tomado la decisión de proceder a la liquidación del CFPalencia. Nada de prolongar más la agonía y la incertidumbre entre los jugadores (a los que se adeudan dos meses de salario y que tienen vía libre para encontrar un nuevo equipo). Barco Vara decidió que ante la imposibilidad de hacer frente a futuras obligaciones de pago, era procedente la liquidación de la entidad morada, después de 83 años de historia con diferentes denominaciones.
Caras muy largas y también lágrimas entre los dirigentes morados a la salida de reunión. Todos sus esfuerzos por salvar al club se habían desvanecido en ese instante. Tenían serias esperanzas en que este Concurso Necesario de Acreedores fuese la salvación, pero no fue así. Ahora, sólo queda por firmar el acta de defunción, salvo que se produzca un milagro.