Hace unas semanas les conté que Palencia era la tercera capital de España donde menos había crecido el empleo entre 2011 y 2023, período que coincidía con los doce años de mandato del PP en el consistorio capitalino, y que probablemente esa fuera una de las razones por las que los palentinos decidieron un cambio de color en el ayuntamiento de la capital. ¿Ha servido de algo? Pues dado que, sin contar el verano, han trascurrido seis meses de acción de gobierno, quizás pueda hacer un primer balance en materia de empleo para comprobar si se nota o no la mano de la concejala de impulso económico y empleo, Judith Castro.
Con datos de afiliación proporcionados por la web de la Seguridad Social, Palencia es la capital de Castilla y León que menos puestos de trabajo ha creado en los seis meses que van de septiembre a febrero. El empleo sólo ha crecido un 1%, un porcentaje triplicado en capitales como Soria, Burgos, Valladolid, Segovia o León. Por tanto, todo sigue igual. Y lo malo es que nada se ha hecho por evitarlo por parte del actual equipo de gobierno. Si echan un vistazo a las comisiones de impulso económico celebradas, no verán puntos del orden del día en el que se recaben recursos extraordinarios de otras administraciones, firmen convenios con la Diputación en materia de empleo, o anuncien planes estratégicos de subvenciones para lo que queda de legislatura. Nada de eso. Aquí se está a otra cosa ¿A qué? Pues sinceramente, aparte de dar vueltas a la ubicación del mercadillo, no lo sé.
Lo único que sé es que si se introduce en Google «Comisión Impulso Económico Ayuntamiento Palencia» la primera noticia que aparece es el escándalo por la comisión celebrada el pasado 13 de febrero, la cual tenía como único punto del orden del día «Dación de cuenta de la realización de la V Feria Apícola Castellano y Leonesa». Sí, como suena. Se convocó esa comisión, y se pagaron las jugosas dietas a los miembros de la misma, para que Judith Castro contara (por eso es una dación de cuenta) por segunda vez (porque ya lo hizo en la comisión de enero) su valoración de cómo les había ido a las abejas en su visita por la ciudad. Siento vergüenza ajena. 
¿Y Vamos Palencia? ¿Cómo tolera semejante dejadez? Pues realmente, tampoco lo sé.