Camino de ida y vuelta con la compañía de todos sus fieles

Rubén Abad
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La imagen de la Virgen del Valle regresó en la noche del viernes a su santuario tras abandonar el mismo el pasado domingo, día 26 de agosto, camino del casco urbano de Saldaña en una procesión en la que fue escoltada por cientos de vecinos y cofrades y tuvo acompañamiento musical de los danzantes y la Agrupación Musical Saldañesa que llevaron la talla de su patrona hasta la céntrica  parroquia de San Miguel de la localidad donde, momentos antes, había recibido las llaves de la villa de manos del alcalde, Miguel Nozal. El acto está considerado como uno de los que abren las celebraciones.

Allí permaneció hasta la celebración de uno de los festejos más tradicionales, emotivos y que más público congrega durante las Fiestas Patronales de la localidad: la ofrenda floral en la plaza Vieja de la villa en la que se agasajó a la Virgen con decenas de ramos de flores ofrecidos por los vecinos llegados de toda la comarca y que iban siendo colocados con esmero y dedicación por parte de los cofrades encargados de esta acción a ambos extremos de la imagen.

Una vez concluido este acto, cofrades y vecinos acompañaron a la Virgen del Valle desde el centro de la localidad de nuevo a su santuario, en la conocida popularmente como Procesión de las Antorchas que transcurrió por el caso histórico y las calles más céntricas de Saldaña hasta abandonar la misma para llevar de vuelta a la patrona a su altar a la luz del fuego de las candelas.

Y allí aguardó la talla de la Virgen, durante la noche del viernes al sábado para recibir ayer, desde primera hora de la mañana y hasta bien entrada la tarde, la visita de cientos de fieles que no quisieron perderse, como cada año, el día grande de las Fiestas Patronales en su honor que  llena de devotos las inmediaciones de su santuario.