Ilia Galán

Ilia Galán


Calles sin tráfico

07/04/2025

Disputan sobre las calles que han de abrirse o cerrarse en la capital, Palencia..., si Don Sancho y La Cestilla admitirán o no ruedas durante los días festivos... Las terrazas con el buen tiempo, las cervezas y las tapas conquistan los espacios de tránsito con el ocio, la juerga o el paseo... Pero el tránsito de mercancías y personas, de bienes y pesos necesita lugares para moverse... Son movimientos contrarios que se repiten en muchas ciudades y en algunos pueblecitos: la tendencia general a eliminar camiones y coches, pero los problemas que genera para quienes viven en esas vías y no pueden entrar con sus maletas hasta el portal de casa cuando vuelven de un viaje... Parece que en el ayuntamiento unos grupos y otros disputan, aunque la decisión parece tomada. 
Me gusta pasear por las más hermosas calles sin que me piten, caminar por el medio, tranquilo, pero entiendo los problemas contrarios. Las urbes tienen que ser para las personas, más que para las máquinas. Pero detrás de cada máquina hay varias personas e intereses varios y aquí está la habilidad de los dirigentes o su falta, saber discernir qué es lo mejor para la comunidad y animar al desarrollo de sus miembros, también de sus negocios. Me gustan las terracitas, el vinito con los amigos, pero no habrá vinito ni tapas si se cae el tejido empresarial y no puede desarrollarse adecuadamente, también por el transporte. Da miedo ver cómo una parte creciente de nuestra economía se concentra en los momentos de ocio y en torno al solaz, en vez de fomentar más la adecuada producción de lo esencial.
En resumen, no es fácil y no sabría decir por qué calle tirar en esta cuestión concreta. Solo quisiera que se miren y analicen unos argumentos y otros, buscando lo mejor para todos o al menos para la mayoría. Las pasiones ciegan, como los intereses. Nuestro mirar no es neutro muchas veces, pero hay que intentarlo o al menos escuchar y entender lo que unos y otros dicen, si se quieren hacer bien las cosas. Mientras, pasearemos entre sueños y letras, pero nuestros dirigentes han de tener también los pies en la tierra antes de levantar el vuelo.