Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


Carta de un amigo

07/12/2023

Marcelino García Velasco aprobó con buen número las Oposiciones de 10.000 mientras estuvo un año en Becerril. Éramos novios. No quise volver a un pueblo. Estaba contenta en Juan Mena. Nos casamos en agosto. Tenía derecho de consorte, que me pisó un protegido de la Inspección, de ahí que hiciera -ya con un hijo- en 1965, Oposiciones a Párvulos y evité problemas. Hubiera tenido plaza en Bilbao por derecho de consorte, con mi marido. En agosto le ofrecieron -desde San Juan de Dios- dar clase de preuniversitario a los futuros frailes. Aceptó encantado. Yo seguí pisando barro, es un decir, ya teníamos coche, y me fui acercando a Palencia: Blas Sierra, La Carcavilla, San Miguel y… ¡sorpresa!  En 1979 el Colegio Modesto Lafuente pasa a ser mixto. Tres plazas. Entró con nosotros un buen amigo, Lalo, hijo del profesor de francés de grata memoria don Eduardo. En él nos jubilamos cuando cada uno cumplió la edad. Ese primer año Marcelino solo tuvo un niño en 8º. Muchos alumnos, de Marcelino, Pepe, don Cándido, en San Juan de Dios, se examinaban en Valladolid, por libre; en cuanto tenían algunos estudios seguían por su cuenta y abandonaban la Orden. Otros, son ya frailes y ocupan puestos importantes. Sigo ordenando para mis hijos el legado de su padre y llego a las cartas: entrañables. Tanto las de los pequeños de 7º y 8º de Modesto Lafuente como la de jóvenes y, luego, adultos de San Juan de Dios. Siempre contestaba. Voy a transcribir parte de una de ellas. Hace un momento he llamado a Valladolid a San Juan de Dios por si pueden facilitarme el teléfono de algunos, rondando los setenta y alguno más, que fueron sus alumnos. No daré nombres: "Amigo Marcelino: Recibí su última carta en la que usted me dice que  mi carta es «más que una carta». Le hago una propuesta literaria. Hace dos años comencé a escribir en un blog personal en Periodista digital  en  la sección de Religión digital. Es un blog libre, respetuoso que yo controlo. Sería un placer colaborar con usted y con Carmen, su mujer, siempre que les apetezca. Bueno, esto del blog es una invitación. Pero yo seguiré, respondiendo a sus cartas, y compartiendo experiencias, aprendiendo y enriqueciéndome con su permiso. 
Un fuerte abrazo para usted y para Carmen".