Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Camareros son TODO

09/04/2025

Aún no somos conscientes de la importancia que tienen las personas que trabajan de cara al público, y en un sector como el de la hostelería, en las que el cliente pasa un rato largo con los empleados, mucho más que en otros en los que el tiempo de contacto y las interacciones son menores. Y en la queja no están las soluciones; no voy a reabrir el debate por enésima vez. Pero sí quiero destacar de nuevo lo mucho que cambia el cuento según la actitud de la persona que atiende. Como soy una persona bastante introducida en el sector, me gusta intentar descubrir un restaurante nuevo para mí de manera anónima, a veces hasta reservando a nombre de otra persona con la que voy a acudir; mi mujer, algún amigo… al final la doble vertiente de compañero de profesión/colega o proveedor, se quiera o no provoca un trato distinto. También me fijo muchísimo en cómo el personal se dirige a las distintas mesas; si trata a todos los comensales casi por igual, si son capaces de guiar a los clientes que están más perdidos o despistados, tanto con comanda, bebida, etc… Ya no entro a mayores en si saben provocar que los estados de ánimo que están torcidos se enderecen, como parejas que están enfadados o discutiendo, mesas en las que hay tensión, control de los adultos sobre los niños, y tantos otros detalles que, a lo largo del tiempo, acaban siendo frecuentes en la sala. Dentro de las últimas comidas que he hecho de forma completamente anónima, quiero destacar a los equipos de Casa Lac de Zaragoza, atendiendo de manera tremendamente cordial toda la sala, interactuando con todas las mesas, comunicando de maravilla y con cariño tanto platos como vinos, no sólo a la hora de venderlos, también a la hora de cantarlos cuando eran servidos. Quiero destacar también el cariño y la amabilidad de las camareras que me atendieron este fin de semana en Chiguito Sushi, en Palencia. Restaurante económico, modesto, no tienen el mejor producto del mundo mundial (la próxima probaré alguno de sus ramen que estoy seguro será de lo mejor de su oferta), y el servicio es muy básico, pero la amabilidad y cordialidad con la que atienden ya suma muchos puntos positivos y me dan ganas de querer volver. Tan importante o más es estar a gusto que comer de lujo.

ARCHIVADO EN: Hostelería, Zaragoza, Palencia