El desorden político que vivimos engendra desconfianza y relaja costumbres con afán desmesurado de lucro. Qué tendrá la política que nadie quiere soltarla. Resistir ocupando poder para sentirse el amo del mundo aunque sea en la proa del Titanic, exige proveer jugosos privilegios que no salen gratis a la España relegada que seguirá pagando con un voto, que cotiza menos que un plazo fijo para jubilados. La confrontación política es insoportable. Las comisiones millonarias, fraudes, exenciones, millones de dinero público volandero detallado con cifras y letras avergüenzan. Dos ministros dicen no conocer de nada al comisionista y los malpensados, creen, que sufren un episodio de amnesia. Si fuera broma, pudiera ser como aquel personaje que se colaba en todas las bodas, se pegaba el festín padre y nadie sabía quién lo había invitado. Pero no. En nada hay proporcionalidad. ¡Ay, gobiernos de los pobres y ese impuesto antisocial llamado IVA! La familia es un derecho constitucional pero, el sacrificio de muchas de ellas desde las alturas de sus nuevas atalayas, ni gobernante ni adjuntos lo ven. Allá por el 2011 decían los separatistas que en el Gobierno, había más humo que contenido y hoy, tienen muchos más contenidos y más humos. Dicen que España necesita un cambio de ciclo político. ¿En qué cambiaría? Por desgracia en nada. Si no hay mayoría los separatismos y cuatro más, no cejarían de chantajear a Pedro o Alberto. Nos lo advierte Xavier Godás candidato de ERC: "Podemos hacer caer gobiernos. Tenemos la fuerza suficiente" Toma nota pueblo relegado. Votar, si no cambian el sistema electoral es una gran p…..y seguirán aprovechándose y alardeando de este fallo ante las narices de los demás debido, a la humillante desigualdad entre españoles. Este no es país para que alguien tire de la manta ni dimita libremente. Sería una rareza. Y mientras algunos políticos quieren encajar a toda costa hasta con calzador, nos estamos quedando sin empresas, servicios públicos y sin juventud porque la mejor preparada, leva anclas rumbo a otros países en busca de la seguridad de un futuro, que aquí, no tienen. Y no es imaginación.