Creímos en la igualdad de oportunidades y así deseábamos seguir pero, el día 14 hará un añito que  los usuarios de la Residencia de Mayores Puente de Hierro emprendimos una dura cruzada: la solicitud integral de una acera para poder pisar la calle. Creímos en la cercanía y sensibilidad de este ayuntamiento y aquí estamos, con la  incertidumbre que depara un presente muy dudoso. Palencia está cuajada de obras a medio hacer que duran más que el Escorial. Se comenta que les dejaron las arcas vacías. No es creíble, por cuanto hubiera sido un apresuramiento ansioso, que, en la primera actuación alcaldable se lanzaran a subir sueldos sin más. Desde la rutina del «prometer y prometo» poco o nada se impulsa: mucho queda en aguas de borrajas. Y el creyente, se queda con dos palmos de narices. Días pasados, la directora general del Imserso nos visitaba y, creía un acierto histórico hacer de Palencia la «ciudad de los cuidados» Señora Sancho, nada nos agradaría más. Añade: «Si el diseño urbano no acompaña, ni los problemas de accesibilidad tampoco…a veces están muy lejos del mundo de los cuidados». Pero afirma que «las personas sean el centro de los cuidados». Es verdad que hay mucha tarea por delante.  Pero señora Sancho, en cuanto rebasas los 65 ya no eres nada. Ni siquiera vales un Sí o un No, por aquello de proteger la integridad física de foráneos y palentinos. Ignoramos las prioridades de este Ayuntamiento, pero, si no hay recursos para la  peor acera  de Palencia con un presupuesto estimado de 267.000  euros ¿cómo pretenden destinar 1.600.000 a una sola plaza? Así, todo está dicho; les darán las uvas del próximo siglo. Señora alcaldesa, los mayores también somos un «clúster». Tenemos ideas, sabemos lo que necesitamos y somos colaborativos.  Aunque desconozcamos si lo que entendemos  por lo que debe ser «ciudad de los cuidados» es lo mismo que piensan quienes gobiernan. Ejemplo: Cuando tres personas acudimos a visitar al concejal de urbanismo a finales del pasado año, una de ellas, con menos de 60 años, manejaba una pequeña silla de ruedas y no pudo entrar en el ascensor. ¿Siguen creyendo que no necesitamos respuesta?