Era el año 1984 mi marido, Marcelino García Velasco, publicó TRATADO DE CASTILLA, editado por Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Palencia, el prólogo fue escrito por el amigo poeta Joaquín Galán. Me permito una osadía (debida al espacio de la columna) voy a transcribir unos cuantos versos y, digo osadía, porque el poema completo fue escrito para ser leído sin interrupciones. Pág. 144, JORNADA DE VILLALAR. A Ignacio, Álvaro y Carmen Teresa, hijos míos: «CUANDO en el año mil quinientos veintiuno el agua/ cruel de la primavera del corazón dejábase/ caer, /tenaz, odiosa, fría, ahogadamente, / sobre la tierra tosca/ del Duero, madre y descuajada, virgen/ airosa/ de la LIBERTAD; el viento, apenas, y a destiempo del ritmo suelto/ de la sangre, apiñaba las voces en huída de perailes, freneros, menestrales, / alfareros del alma. Un pueblo de tundidores/ y tejedores y hacejeros del bien COMÚN/ ponía las espaldas al acero/ frío y mortal del puño/ de los claros varones de la tierra. / 
Primores/ damasquinos/ de Toledo, / divisas/ soñadas para empresas más altas, doblegaron/ la luz, el sol, la primavera mollar de España. / Era la noche. El comunero pendón morado/ yacía en el barro sucio, agonizante, / desterrado del aire libre. /Quinientos hombres desde la lluvia alimentaron/ los trigos/ de Villalar/ Fiesta para picotas. Rápidamente/ subieron las cabezas a lo alto, /regó la sangre las aristas/ cordiales de la piedra/ -Alzarse contra un rey, /por más que sea desde la verdad de la patria/ o desde el atrio humano y toral de la justicia, siempre será traición-
(…) Qué triunfo, qué bellida victoria a campo abierto/ conde de Haro. / En la plaza de Villalar rodaron/ las cabezas, subieron a la piedra/ de la picota; /  y ni los buitres se atrevieron a hacer festín/ en ellas de tan altas. / (…) Llegó el silencio. Siglos de silencio/ ni limpiaron la sangre ni acallaron/ su poder, el sabroso dulzor de lo que pudo/ ser luminaria, / (…) / Villalar, Villalar, / ¿cómo puede caber/ en cuenco tan pequeño/ toda la tierra de Castilla, la canción pura/ alada cuna de la LIBERTAD? 
TRATADO DE CASTILLA está en la biblioteca de Eduardo Dato junto a todos sus libros. Lástima que la obra poética de los escritores palentinos no haya sido digitalizada.