Cuando se va de vinos y hablamos con unos y otros podemos aprender mucho de la situación real de la zona, sobre todo si es una pequeña población. Así que me decían los amigos residentes con tristeza y cierto asombro lo que está pasando en sus alrededores. Acabo de pasar la noche vieja y el año nuevo en Carrión de los Condes con mi alborozada y gran familia. Hemos de pedir el cordero asado trasladándonos a Saldaña, porque ya los restaurantes del lugar han ido cerrando. No solo restaurantes, también los bares. «Carrión tiene tantos bares como casas», decía hace años. Ahora solo quedan las fachadas, pues poco a poco van clausurándose y, como antaño las discotecas, van cubriéndose de polvo y herrumbre. En la plaza mayor han ido cerrando los más grandes y eminentes, en lugares excelentes, pues se divisa la magnífica portada románica de la iglesia de Santiago, que está en tantas historias del arte hispánico. ¿Por qué? ¡En fiestas que atraen a muchos foráneos, a los «veraneantes», en este caso «navideantes», tanto cierre! No hay quien cubra los puestos de trabajo requeridos.
No hay jóvenes ni nadie que quiera hacer de camarero y lo mismo pasa con muchas otras profesiones. Entre las subvenciones gubernamentales, el paro o los apoyos sociales no tienen estímulos para trabajar y prefieren quedarse cómodamente en casa. España es el lugar con más paro de la Unión Europea. Tampoco llegan los inmigrantes necesarios, que de la América Hispánica podrían venir, para solventar el problema. ¿Para qué queremos políticos si lo más elemental no lo resuelven? En Madrid se dedicaron al sexo de los ángeles, los trans y mil legislaciones, aumentando los impuestos para pagar a un ejército de ineptos que están encaramados en mil instituciones.
Carrión de los Condes va apagándose, ajeno a visitantes, de gran y eminente pasado pero muy ajeno al futuro..., sin jóvenes.
Espero que los Reyes Magos infundan a los gobernantes las ideas adecuadas para cambiar la situación y que pleno empleo permita a nuestra región prosperar. Ese sería un regalo fantástico: trabajar