Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


A Nieves Ramos y Sara Sackers

04/01/2024


Uno de enero, desde hace 500 años, el Niño de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús salió en la tarde palentina, con tiempo agradable. Años hubo en que se bailó al Niño dentro de la iglesia pues caían del cielo pucheros y no jarros. En los alrededores de la Iglesia de San Miguel se concentran palentinos y personas llegadas de fuera que no quieren perderse ese emocionante momento en el que, a hombros de los cofrades, el Niño del Dulce Nombre de Jesús, sale de la iglesia y comienza a volar, a ser mecido hacia las alturas. Alegría. Corazones con punto de ternura necesario en tiempos en los que el consumismo y las luces ocupan más espacio y ruido que nunca en una estúpida competición por el primer puesto en la carrera que, a veces, ofende la inteligencia a poco que pensemos un par de minutos. Después, serán las autoridades y obispos quienes luzcan donaire para alzar al Niño y sin que peligre, que va bien protegido por debajo de la carroza, para evitar sustos. Luego,  se turnarán madrinas y alcaldes, las monjitas que no pierden su gloria dulce, y cofrades y personas que -durante el itinerario recorrido- logren hacerlo. 
Este año fueron madrinas Sara Sackers y Nieves Ramos, hija de vecina y amiga, cuando -matrimonios jóvenes- vinimos a vivir a la misma casa. Para ellas este mínimo poema: Madrinas del Dulce Nombre/ no le pongáis al Niño su vestidito, / y dejad que veamos su cuerpo lindo. /Si hasta el alcalde, / parece embelesado solo al mirarle. / Fijémonos atentos, con qué alegría/ el Niño juega a hacerle guiños al día.
Insistí en que fueseis vosotras quienes vistierais al Niño. La emoción es increíble. Ni nieta y la madrina mayor sumaban más de 100 años, pocas veces ocurre. Yo mientras grababa el momento vi cómo las manos se juntaban o separaban -en perfecto orden- al ponerle la camisita, atar los lazos rojos de los pololos y colocarle el vestido que antes habían elegido. El cofrade alcalde, un joven alto, no perdía detalle. Enhorabuena. Lo vivido jamás lo vais a olvidar. Barrio judío: el cuadro que restauró Capel muestra la Circuncisión. En 2015, ya Fiesta de Interés Turístico Nacional. Carmen, detallista concejala de Cultura, por mi inevitable ausencia, dejó consignada en el acta mi aportación de trabajo a la tarea.