Cualquier tiempo pasado fue mejor. Anda que no hemos tirado veces de esta mayor. Pero, como en casi todo, generalizando las mieles pasadas corremos el grave peligro de echar la vista sólo hacia atrás cuando delante y hacia adelante hay ciertas puertas abiertas de par en par que poco o nada tienen que envidiar a la precariedad de medios con la que durante años se ha trabajado y, aun así, sacando el trabajo y el servicio como titanes de leyenda. No ha conocido la humanidad un mayor desarrollo en los términos economizar y sintetizar que cuando muchos tuvimos que mantener una relación a distancia a golpe de sms a veinticinco pelas el mensaje. Lo que éramos capaces de transmitir con un número cerrado de caracteres para que no saltara un segundo mensaje y nos cobraran otros cinco duros no lo hubiera soñado ni el más avezado controlador de costes de la multinacional más ahorradora. Aquello agudizó las mentes hasta tal extremo que la taquigrafía lloraba de pena por las esquinas. Pero podías estar en contacto y eso valía oro. En las ferias y eventos del ámbito hostelero el espacio que ocupa el área tecnológica aumenta de temporada en temporada a golpe de teclas, wifis y softwares y hardwares de lo más variado. Ahora que las temperaturas van subiendo y la temporada estival es inminente centro el tiro como ejemplo en las terrazas de los bares y en la toma de comandas en las mesas. Que el método tradicional de libreta y boli sigue vigente, totalmente cierto, y que tiene su cierto encanto dependiendo de dónde, de cuándo y de cómo, también. Pero que en ciertos espacios el uso de comanderos virtuales agiliza el servicio, aumenta los ingresos, ahorra paseos, evita descuidos y, sobre todo, facilita la vida, es patente y diría que casi imprescindible. Habrá lugares donde la inversión no tenga razón de ser, pero también recuerdo los primeros de antaño que conocí, enormes, a pastizal la licencia de uso y a pastizal cada comandero y su licencia propia, cuando, hoy, con un coqueto móvil de gama baja de ochenta euros tiras millas y tickets como un descosido y hay precios y gamas de todo tipo. La dirección asistida en los coches nació como un lujo extra a solicitar. ¿Qué coche sale al mercado hoy en día sin ella? Pues algo por el estilo.