En mi último artículo, al hilo de la celebración del primer debate sobre el Estado de la Ciudad, comenté que el principal problema de Palencia es la marcha de jóvenes con edades entre los 20 y los 34 años, aquellos con una mayor propensión a emigrar por motivos laborales. En concreto comenté que hoy había casi 7.000 jóvenes menos que en 2009, una reducción del 40%. Se van, llevándose con ellos su futura descendencia, porque en Palencia apenas se crea empleo. Según datos de afiliación de la Seguridad Social, mientras que en España se han generado casi dos millones y medio de empleos desde 2009, en Palencia sólo se han creado 402, lo que supone un exiguo crecimiento del 1%, el sexto más bajo entre las capitales de España.
Pues bien, ¿qué puede hacer el Ayuntamiento para evitar esa fuga de jóvenes? No, no basta con ponerles una pantalla gigante para que puedan ver la final de la Eurocopa en la plaza Mayor. Reconociendo que las competencias de ejecución en materia de empleo son de la Junta de Castilla y León, el Consistorio debería hacer lo posible por impulsar la economía de la capital y favorecer así la creación de empleo, lo cual pasaría por pedir apoyo exterior y por cumplir con lo prometido en campaña.
En cuanto al apoyo, Palencia necesita financiación extra de otras administraciones. Es de primero de alcalde. Para obtenerla haría falta una actitud más reivindicadora que la mostrada hasta la fecha por Miriam Andrés para plantarse ante Mañueco y Sánchez y exigir para Palencia los mismos fondos que reciben otras capitales, amén de inversiones clave como el Palacio de Congresos o el Parque Agroalimentario. También sería preciso que se olvidara de que es la secretaria general del PSOE, de que Ángeles Armisén es la presidenta del PP, y tendiera puentes de colaboración con la Diputación en materia de empleo como sucede en otras provincias. Por último, debería mirar más hacia Europa. Los fondos NextGenerations están esperando para ser adjudicados en proyectos de ciudad, sólo hay que luchar por ellos como se hizo en el pasado, o como están haciendo hoy otras capitales. Nada de lo anterior se ha hecho en lo que va de mandato. Tampoco se ha hecho nada por cumplir la mayoría de los compromisos electorales, pero de eso hablaré en mi próxima columna.