Sincera, cercana y con la sensatez que la ha caracterizado todo este tiempo -en especial los últimos cuatro meses-, sabe que abandona la Institución Provincial dejando una estela de trabajo fructífero gracias al apoyo de toda la Casa.
Asumió la responsabilidad de ser presidenta de la Diputación en un momento nada agradable y ha trabajado sin descanso desde entonces. ¿Cómo ha sido este tiempo?
Hace cuatro años arrancamos un proyecto muy ilusionante, sabíamos que íbamos a hacer frente a cambios difíciles de asumir y de explicar, como pudiera ser la implantación de la regla de gasto -que nos obligó a hacer un replanteamiento en la gestión a nivel de inversión y servicios- o el dar una respuesta a las Juntas Vecinales en cuanto a la transparencia.
Han sido muchas horas de trabajo y esfuerzo, con un equipo formado por personas -unas en el territorio y otras más en los despachos- y por alguien, José María Hernández, con el que he tenido la oportunidad de aprender casi todo, porque era brillante y humilde. A eso nadie me va a ganar, porque no hay votos de por medio, y yo tuve la oportunidad de tenerlo.
¿Cree que en esta legislatura se ha materializado el programa previsto o ha faltado algo?
Desde que comenzamos a trabajar la situación económica, las limitaciones que nos venían de Madrid o las necesidades emergentes que nos trasladaban los alcaldes o colectivos las hemos ido trabajando. Infinidad de subvenciones nuevas, siempre cumpliendo los trámites administrativos.
Probablemente se nos haya quedado algo en el tintero, pero seguro que ha sido por dar respuesta a otras cuestiones más urgentes. Si uno coge el programa electoral de la Diputación de Palencia y el balance que acabamos de presentar creo que hemos cumplido con lo que nos propusimos e incluso hemos tenido la posibilidad de acometer otras medidas e implantar en el tiempo cuestiones que no estaban en el programa pero que nos dimos cuenta que eran prioritarias para nuestros alcaldes.
El 24 de febrero asumí el compromiso de llevar a cabo esas 25 líneas que el presidente había presentado a su equipo de trabajo y a los portavoces de la oposición.
Han sido cuatro años de reuniones, no solo de despacho, sino encuentros por las comarcas con todos los alcaldes y concejales independientemente de la ideología política, además de encuentros con colectivos de toda índole. Cuatro años donde la pluralidad de ideas y cualquier aportación ha sido estudiada. Cuatro años de mucho diálogo que es lo que ahora se pide.
¿Qué le ha resultado más difícil a lo largo de estos meses?
Yo partía con un equipo de trabajo. Quizá por mi área no estaba involucrada en el día a día y ahora he tenido que participar de otras áreas muy importantes que esos meses debían de fijar los esfuerzos, como Servicios Sociales, una de las más complejas de esta Institución. Sus tentáculos llegan a todos los puntos de la sociedad: jóvenes, mayores, mujeres, personas que lo están pasando mal, gente con adicciones, colectivos que trabajan en el medio rural, etc.
He tenido que dedicar mucho tiempo, pero siempre con un equipo de diputados que lo tenía muy controlado.
También ha sido importante el saber estar en el tiempo y en las formas en la agenda. El equipo de Presidencia ha estado pendiente y velando por todas y cada una de las visitas, proyectos y presentaciones. Otra cuestión ha sido que para materializar esos 25 objetivos se necesitaba que el dinero estuviera, por lo que era importante la labor en cuanto a Hacienda y Contratación; que no se rompiera esa trasparencia que siempre se ha pedido a los servicios técnicos.
Generar empleo para dinamizar el medio rural y ayudar a asentar población es ese gran deseo por el que se trabaja en la Institución desde que sale el sol hasta que se pone. ¿Qué se está haciendo en este sentido?
Una persona vinculada al medio rural me decía que era la primera vez que llegaba una mujer a la Institución y le comentaba que estaba acostumbrada porque en la empresa privada también fue un choque que las mujeres empezáramos a tener puestos de responsabilidad que siempre habían ocupado los hombres. Además me decía que, por primera vez, una presidenta de la Diputación iba todos los días a dormir a su casa en el medio rural y que apostó por sufrir y padecer para poder hablar en primera persona de lo que necesitan los pueblos. Yo le decía que eso es lo que hacen los alcaldes todos los días, solo que una responsable institucional tiene más proyección mediática.
Todo lo que hacemos es para asentar población, generar puestos de trabajo, mantener con calidad los que ya existen y generar riqueza económica en la provincia. A través del área de Desarrollo Provincial he visto como en un momento crítico, económicamente hablando, cada vez llegaban más proyectos; muchos pequeños proyectos con pequeñas inversiones que venían a cubrir necesidades reales del mundo rural.
Recuerdo cuando tuve que defender ante el presidente y el diputado de Hacienda que la línea de tejido industrial necesitaba ser dotada con un 40% más de dinero a fondo perdido y de recursos propios para apoyar este tipo de proyectos.
Además nos hemos centrado en formar. No se puede tutelar a un emprendedor sin previa formación en lo que va a arriesgar. A la Escuela de Empresarios y Emprendedores se le ha dado un impuso mayor, al ver que era necesario cualificar o reorientar a esas personas que tenían un proyecto en mente.
Otro de los focos ha sido el de Planes Provinciales. La Diputación ha apostado con fondos propios por destinar más de siete millones de euros a pequeñas inversiones en el mundo rural, con la contratación de autónomos o empresas palentinas. Hemos sido generadores de actividad empresarial.
Para algunos eso no es generar empleo ni invertir en el mundo rural, pero está ahí y queda.
Este mandato se ha impulsado mucho el apoyo a las empresas del medio rural y el programa Alimentos de Palencia, que se ha convertido en uno de los puntales de la acción política de la institución
Nos ha permitido trabajar con 130 empresarios en el aspecto de la formación, la mejora de las infraestructura de sus factorías y el poder ser más visibles a nivel nacional e internacional. Además se han creado sinergias entre el propio sector agroalimentario.
También hemos sabido subirnos a la ola de la tendencia y cuando el turismo gastronómico estaba generalizándose apostamos por la campaña de turismo enogastrocultural. El hecho de que me hayan dejado entrar en sus vidas y en sus empresas ha sido algo muy positivo y me he llevado una grata satisfacción de poder entrar a formar parte de ellos.
Ha destacado también en estos años nuestra imagen en el exterior a través de la marca Palencia Turismo. ¿Qué cree que se ha logrado en este sentido?
Nos ha faltado un poco más de valentía y arrojo. En la parte que me corresponde lo asumo.
A los cuatro meses de iniciarse la legislatura ya estábamos las tres Administraciones trabajando para integrarnos en este sentido. Ese fue un paso importante y no era tan sencillo como parecía. Cada una tenía que hacer ver y valer sus intereses, trabajar todos de forma coordinada. Hemos materializado esa integración física en la Oficina de Turismo de la capital y se ha sembrado la labor en cada pueblo con oficina de turismo o punto de información.
Luego irrumpieron de lleno las nuevas tecnologías y tuvimos que adaptarlas a una nueva forma de hacer turismo. Creo que deberíamos haber sido más valientes y haber tomado otras decisiones, pero donde no he podido llegar como diputada de Turismo es porque no ha habido más tiempo. Hemos dado pasos importantes y espero que hayan servido para algo.
Como primera mujer al frente de la Institución ha dado una especial importancia a la igualdad de género. ¿Queda mucho por hacer?
Lo primero es que no teníamos que estar hablando de igualdad de género. Hay países que nos llevan la delantera. He viajado a distintos países y he visto cosas que me han dolido en el alma. Siempre pensaba que por qué esa mujer había nacido ahí y yo donde he nacido y que me parecía algo injusto que mi cabeza no llega a entender.
Comenzamos la legislatura con ayuda y cooperación a países con problemas de desarrollo pero tuvimos que centramos en nuestra provincia porque vimos que estaba muy desfragmentado el papel de la mujer. En la línea de los Servicios Sociales veían que había un línea de trabajo en cuanto a la incorporación de la mujer en el mercado laboral, en la educación de los hijos, etc.
Hay mucho trabajo por hacer con colectivos de otras razas étnicas que no se han integrado, a los que quizá hemos hecho ser cómodos. También nos ha faltado tiempo para desarrollar líneas de trabajo con mujeres de otros países que aún tienen problemas para leer y escribir, lo que se materializa en la educación en casa o en la falta de ella.
Usted siempre ha manifestado estar a disposición del partido y de los ciudadanos, pero cinco votos han sido los responsables de que no vaya a estar en la nueva Corporación Provincial que dirigirá Ángeles Armisén. ¿Lo esperaba o fue un jarro de agua fría?
Me acuerdo que hace cuatro años a un compañero suyo le dije que comencé a trabajar a los 23 años y al terminar los estudios universitarios accedí al mercado laboral. Aún trabajando veía que tenía que seguir formándome, lo que dio pie a que pudiera adquirir otros compromisos laborales de mayor toma de decisiones y, en un momento, tomé la decisión de hacer un alto en mi vida personal y laboral para ponerme a disposición de cuantas aportaciones pudiera hacer a la vida política en el medio rural.
Cuando hace cuatro años se conformó el equipo de diputados me preguntaron si estaba capacitada para acceder a un puesto de mayor responsabilidad en el equipo de Gobierno y dije que sí. Pero siempre sabiendo que era un contrato de cuatro años: con fecha de inicio y de fin.
Cuando dentro del partido, en un ámbito superior al provincial, me preguntaron si quería seguir en la política dije que sí, pero con una condición: ganar. Lo primero que creía necesario era ganar en el Ayuntamiento de Alar con mayoría absoluta para poder seguir desarrollando un programa electoral del PP y un programa de trabajo municipal.
La siguiente condición fue que los concejales de mi comarca también me apoyaran.Se ganó con mayoría absoluta en el Consistorio y consulté con el alcalde y mis compañeros concejales el presentar mi acta como diputada y me dijeron que adelante. Hablé con los alcaldes y concejales de La Ojeda, porque cabía la posibilidad de que más personas de la comarca quisieran representarla.
Me presenté a los alcaldes y concejales de la Montaña como Ana Asenjo, que durante cuatro años ha estado trabajando por la comarca como representante de la Institución Provincial y en los órganos donde se me ha requerido. Les dije que si entendían que lo había hecho bien me dieran su voto. Era consciente de que la responsabilidad que asumí en la Casa ha mermado mi presencia física, pero el compromiso está ahí.
A partir de ahí empecé a ver ciertas reticencias y problemas a que esa decisión se materializara. Pero como aprendí del mejor y no me doy por vencida, a pesar de las trabas intensifiqué la campaña y estoy satisfecha de esos cuarenta votos y de quienes han visto la labor realizada en estos años.
Creo que había algo importante en mi mensaje: me presentaba como Ana e iba a salir de este proceso de forma íntegra y sin desacreditar a nadie. Para mí lo más importante era mantener la integridad que me ha caracterizado estos cuatro años -nunca he tenido una sonrisa falsa- y, ante eso, preferí este resultado.
En estos casos se puede pensar que el partido dirigía de alguna forma esas votaciones. ¿Ha llegado a pensarlo en algún momento?
Las cinco personas que nos presentamos libremente ese día lo hicimos para representar y trabajar por nuestra provincia. Yo he trabajado codo con codo con cantidad de alcaldes y concejales que perfectamente podían estar en esta Institución en cualquiera de sus áreas.
Cuanta más gente haya dispuesta a trabajar por la provincia más viva estará. El problema es que deberíamos ser más los que libremente trabajáramos por la provincia sin que hubiera nombres y apellidos.
¿Se ha sentido traicionada por algunos concejales?
A quien me defraudó se lo he dicho. Creo que el tiempo pone a cada uno en su sitio y esto era un contrato a cuatro años. Ahora empieza una nueva etapa con un contrato por otros cuatro años para quien se incorpore a esta estructura de equipo de Gobierno.
Sensatamente, si queremos que el medio rural esté vivo necesitamos gente más valiente y que de un paso al frente, que materialice todas sus ideas. En la Montaña hemos sido cinco candidatos, me hubiera gustado que hubiésemos sido diez, quince o veinte.
¿Cree que esta decisión es una falta de reconocimiento a su trabajo?
Ahora mismo no puedo ser objetiva. Mi familia me dice que es el momento de tomarme un respiro y es lo que voy a hacer.
Tengo intención de incorporarme de forma inmediata al mercado laboral.
En esta nueva legislatura habrá muchas caras nuevas en la Diputación. Se ha querido dar más peso a la capital de cara a los próximos cuatro años. ¿Por qué cree que se ha optado por esta táctica?
En estos cuatro años, independientemente del número de personas que representábamos a cada uno de los partidos judiciales, la coordinación con las Administraciones ha sido total.
Ahora la zona de Herrera y Saldaña ha ganado un diputado más -por ese trabajo y esfuerzo realizado por alcaldes y concejales-; la Montaña tiene tres -históricamente han sido dos, en algún tiempo cuatro- pero independientemente del número de representantes nunca ha mermado la coordinación en la Diputación.
Lo importante no es el número de representantes sino la predisposición y el buen hacer de la gente y creo que no debería haber pesado el número sino las personas y creo ha pesado la persona en cuanto a su aporte. He trabajado con Alfonso Polanco cuatro años y he visto el sacrificio personal y de trabajo que ha realizado junto a su equipo. Venía del ámbito de los Servicios Sociales y la gente le adora por toda su trayectoria anterior, no solo por los últimos cuatro años.
En apenas unos días ocupará la presidencia de la Institución Ángeles Armisén. Como es lógico, cada uno impone su estilo de trabajo, pero ¿qué líneas cree que deben continuarse en los próximos años?
Cuando uno comienza un proyecto parece que cuatro años son muchos, pero se pasan rápido y no da tiempo a materializar cuestiones. Hay muchas líneas de trabajo cuyos resultados no se ven al día siguiente, sino que hay que darles tiempo. Si yo he podido desarrollar la Escuela de Empresarios y Emprendedores es porque llevaba seis años funcionando. Si Alimentos de Palencia es un proyecto adulto es porque durante ocho años se ha sembrado.
Cuando llega alguien nuevo no significa barrer todo lo anterior. Quizá lo que le pido a la nueva presidenta, como concejal de Alar del Rey y vecina del medio rural, es que siga velando por los servicios sociales. Que la población envejece pero tenemos que demostrar a los jóvenes que el medio rural es el espacio idóneo para desarrollar su proyecto de futuro. Que se debe impulsar la red de transportes; hay que ser conscientes de que hemos perdido muchos servicios y el medio rural depende en muchos aspectos de la capital. Poder crear una linea de transporte complementario que acerque a ese eje a los pasajeros y permita mayor interconexión y accesibilidad entre el medio rural y la capital.
Además hay que trabajar en el ámbito de las nuevas tecnologías. Que los médicos no puedan llevar el expediente de un paciente porque en su pueblo no hay Internet no es justo, como tampoco lo es que un empresario no pueda recibir un pedido porque su correo electrónico no funciona. Habrá otras muchas cuestiones, pero si estamos aislados del mundo en el tema de las telecomunicaciones, si no tenemos accesibilidad para interconectar la capital y el medio rural y no somos capaces de mantener una estructura de servicios sociales, el medio rural va a tener un problema.
Se va con la sensación del trabajo bien hecho, aunque imagino que no de la manera que le hubiera gustado. ¿Con qué sabor de boca se queda?
Quien me conoce sabe que nunca me doy por satisfecha. Un trabajo puede estar bien, pero siempre es mejorable, no existe la perfección absoluta.
La presidenta de la Diputación no se va con todos los honores de haber hecho bien su trabajo. Se va con la sensación del deber cumplido junto con un equipo de diputados, jefes de servicio, funcionarios, personal laboral, del equipo vinculado a la Presidencia. No solo han sido logros de esta presidenta, sino que los mayores fueron de José María Hernández, que se fue sin ver lo que había arrancado. También fue mérito de Domingo Gómez Lesmes.
Me voy con el deber de las cosas bien hechas y con la sensación de cariño que he sentido por parte de todo el personal de la Casa y de la calle. Nadie ha desprestigiado la labor de la Diputación de Palencia y eso es lo mejor que me llevo, junto a la integridad que como persona he sabido mantener en estos cuatro años.
Me voy con un sabor de boca dulce. Me llevo una visión muy buena de lo público y de todos y cada uno de los funcionarios y del personal que trabaja en la Institución.