Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


Illa y los mozos

10/09/2024

Recién llegado a president de la Generalitat, Illa promete dejar a los Mossos «al margen de confrontaciones políticas». Reconoce enfrentamiento entre su línea de socialismo catalán, sanchismo al fin, y ERC. El origen del conflicto ha sido la no detención de Puigdemont, bajo orden desde noviembre del 2017. No se puede decir que los Mossos d'Esquadra tienen todo el reconocimiento del Govern, aunque a eso le obligue el cargo. Y no lo han tenido. 
Se requiere un análisis previo que ni se ha hecho ni se hará. Esto origina, en previsión de una eventual repetición electoral, que la dirección de ERC, Marta Rovira, señale la fecha de su congreso para el 30 de noviembre. 
Illa quiere pasar la trulla a un conflicto sin cerrar. Ejemplo de cobardía y sumisión al «puto amo». Illa así se autodefine «personaje con tragaderas». Y repone al mayor Trapero, individuo que formó parte del 'procès'. Existen, por contra, 'policías de segunda' en Cataluña: Policía Nacional y Guardia Civil, que están siempre que son necesarias, aun sintiéndose discriminados por el Gobierno, sin equiparación salarial, jubilación digna, ni reconocimiento como profesión de riesgo.
A Pérez de los Cobos no le reponen en su puesto ignorando sentencia firme; reposición justamente ganada y de la que un ministro-juez hace caso omiso para que sea inoperante la sentencia de un compañero. ¿Eso no es prevaricar? 
Illa pretende la paz sin aclarar socialmente la inacción de los Mossos y cooperación de alguno de ellos en la huida de Rocambole-Puigdemont. Ven cómo el problema no son los jueces; son los políticos del gobierno, que mienten, apañan y juegan en el fango.
Salvador Illa no quiere a los Mossos, sino su Corpus de Seguridad, su Gestapo, policía no independiente sino acomodaticia bajo órdenes y circunstancias de su mandato. ¿Eso se puede tolerar? 
Si Trapero tiene dignidad, su respuesta al presidente debía ser la renuncia de ese estado y dejar de ser títere de un president que quiere blanquear una situación inaceptable. Lo primero debe ser reponer al mando y lo siguiente fumar una pipa de la paz infumable para un hombre con dignidad.