José María Nieto Vigil

Sin Perdón

José María Nieto Vigil


Palestina

02/08/2024

Lamento ser agorero de naturaleza pesimista, pero el conflicto árabe-israelí que se está librando en Oriente Próximo no tiene solución. Es una afirmación  tan dura como doliente, pero en absoluto gratuita  y basada en simples conjeturas o libres interpretaciones ajenas al conocimiento de la guerra que se está librando en los territorios palestinos, ahora extendida al sur del Líbano, merced a la irrupción es escena de la guerrilla pro iraní Hezbolá (Partido de Dios), musulmán chií, que está atacando a Israel y que contribuye a complicar, aún más si cabe, el tremendo drama que se está viviendo.
Palestina, territorios palestinos, o Estado Palestino –reconocido por ciento cuarenta y cinco países, entre ellos España, como bien saben-, sea cual sea su definición política se encuentra en un conflicto endémico encallado desde el nacimiento del estado de Israel (14 de mayo de 1948) sobre los territorios del antiguo Imperio Turco Otomano conocido como Palestina. Desde ese preciso momento se inicia el largo proceso de confrontación entre los contendientes hoy enfrentados. Guerras, atentados, ocupaciones de territorios y luchas a sangre y fuego han protagonizado el diario acontecer de aquella tierra bíblica.
¿Qué nos deparará el futuro? Más luchas y más ríos de sangre inocente o no derramada, pese a que la declaración del Estado de Palestina pudiera parecer una solución a corto plazo. En absoluto el problema queda resuelto. El conflicto armado y político seguirá sucediéndose mientras la intransigencia de unos y de otros –enemigos acérrimos- esté instalada en los corazones y la cabeza de ambos pueblos,
Pero es que el conflicto tiene otros actores de reparto de capital importancia. Irán, una potencia geoestratégica de notable influencia sobre las milicias armadas. Egipto una potencia política dentro de la Liga Árabe, discretamente cercana a las posiciones palestinas. Arabia Saudí, potencia de influencia religiosa dentro del mundo islámico. Emiratos Árabes Unidos, cuya capacidad financiera es suficientemente reconocida a nivel mundial. Este podría ser un eje decisivo en la negociación de una tregua, que no de un fin del conflicto, con Israel.