Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Cuál sería la última

18/12/2024

Con esta columna despido El Hecho Gastronómico por este año, al ser festivos los dos próximos miércoles, así que, antes de expresarles mis mejores deseos para el 2026, se me ocurre pensar cuales serían mis elecciones si tuviera que elegir para mi última comida. Bueno, se me ocurre por ser la última y por haber visto hace poco una película de esas de un preso yanqui en el corredor de la muerte… que, como casi siempre, en el último segundo descubrieron su inocencia y se salvó… eso sí, habiéndose pegado un buen homenaje. Para mí, la verdad, es que sería muy complicado, porque mi devoción por la gastronomía y mi carácter omnívoro me dificultarían mucho tener que limitarme a unas «pocas» cosas… Sí que hay unos cuantos alimentos que tengo idolatrados casi como «fetiches» por sí mismos, como muchos mariscos, siendo cigalas, ostras, percebes, conchas finas, centollos, carabineros, langostinos del sur y gambas rojas del Mediterráneo mis favoritos. Pescados como lenguado, pargo, mero o besugo, y en carnes casi todas, pero quizás mis preferencias sigan el este orden; pichón, cochinillo, cordero, vaca vieja (soy más de lomo que de solomillo) y liebre. Del universo vegetal, judías verdes y tirabeques, puerros, unos buenos tomates o una lechuga romana fresca y crujiente; colmenillas, amanita cesárea, chantarellus cibarius están entre mis setas favoritas, legumbres y frutos secos prácticamente todos y, si hablamos de frutas, mango, frambuesa, maracuyá, melocotón… pueden ser mis preferidas. Chacinas, quesos y conservas dan para un libro. Luego está el cómo se elaboran, pensando más en las recetas que en los productos, que también se las tiene. Confieso que aquí, si me tocara elegir esa última comida, provocaría un esfuerzo logístico de importantes dimensiones, pero voy a intentar hacer un esfuerzo de concreción para un par de menús… Uno, podría empezar por una nécora de D Berto, seguir con la menestra de verduras de Zalacaín, la txuleta de Extebarri y el flan de La Cueva de Alar como postre. Otro, sopa de Zuara Sushi, croquetas del Echaurren, huevos fritos de la Venta el Toro, la cigala de La Tabla y el souflée de avellana del Villa de Frómista. Ahora sí, les dejo por aquí ¡Todo lo mejor para el próximo año!