Los jugadores de mus sabemos que ganan la partida los que juegan a grande, los que se descartan de una pareja de ases buscando tener juego y un par de reyes con los que envidar a pares y sacarse un amarraco con la grande en paso, o echar un órdago si pillan dúplex altos. A título personal, creo que lo de jugar a grande es una filosofía deseable de vida, porque el vivir instalado cómodamente en una zona de confort no ayuda ni al progreso ni a la solución de los problemas.
En este sentido, al hilo del enésimo anuncio de cierre de un establecimiento en la calle Mayor de la capital, he escuchado a Judith Castro, concejala de Impulso Económico, sus propuestas para dinamizar el comercio de la ciudad. Nada nuevo. Más de lo mismo. Parches. Juega a chica. Se centra en la oferta, cuando es evidente que el problema de Palencia es de demanda, de dinamización económica, creación de empleo y fijación de población, lo que sólo se puede lograr si se apuesta por proyectos de ciudad a sabiendas de que el fruto llegará tras las próximas elecciones y que el tanto se lo puede anotar otro gobierno municipal. Eso es jugar a grande.
Un ejemplo. Ávila tiene Palacio de Congresos desde 2009. Se llama Lienzo Norte, cada año celebra unos 250 eventos con 100.000 visitantes de media, y el impacto económico de su actividad en la ciudad supera los 10 millones de euros anuales. ¿Y Palencia? Palencia no tiene. No recordaré el calvario de anuncios, paralizaciones, licitaciones, rectificados y retrasos sufridos por el proyecto de la Tejera desde su inicio en 1999. Por fin, parece que las obras van a comenzar en breve para acabar en 2026. Su importe, financiado entre Gobierno de España, Junta de Castilla y León, Diputación y Ayuntamiento, es inferior a los 6 millones de euros, una cantidad ridícula si se compara con otras cifras como la condonación de los 15.000 millones de deuda a Cataluña si se me permite hacer demagogia barata. Por eso sería una burla para la ciudad otro retraso por razones económicas, y quien ha de velar para que eso no suceda es Miriam Andrés, elegida alcaldesa para que Palencia tenga cartas y pueda jugar, por fin, a grande. Supongo que Domiciano Curiel, buen jugador de mus, estará vigilante al respecto.