"Sánchez ha irritado a Trump y este nos lo va a hacer pagar"

Lola Rebolleda (La 8)
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José Manuel García-Margallo, ex exministro de Asuntos Exteriores en el Gobierno de Mariano Rajoy (2011-2016), presentó en el Casino su libro 'España terra incognita', que recoge una reflexión nacional desde un punto de vista actual

"Sánchez ha irritado a Trump y este nos lo va a hacer pagar" - Foto: Sara Muniosguren

El exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo presentó ayer, en el Casino de Palencia, su libro España terra incógnita, donde estuvo acompañado de la presidenta del Partido Popular de Palencia, Ángeles Armisén.

Dicen de su obra que es imprescindible para conocer lo que ocurre a día de hoy en España. ¿Qué destacaría de ella?

Es continuación de otra anterior que se llama España en su laberinto, donde se hace una reflexión sobre la historia de nuestro país desde Fernando VII hasta nuestros días. En esta segunda parte volvemos a ello, pero desde un punto de vista más en nuestro tiempo.

La fragmentación, la polarización y la falta de entendimiento lo vemos todos los días. El Gobierno está dividido, a los apoyos que tiene la suerte de España no les interesa, sólo les importan los territorios a los que representan. Cuanto más débil sea el Gobierno, mejor para ellos, porque más cara es la factura que van a pagar cada vez que tienen que votar.

En el libro hablamos del síndrome de la rana. Si una rana se le mete en agua hirviendo salta, si le mete en agua fría y se va calentando el agua poco a poco muere porque no se da cuenta. Creo que la opinión pública no se está dando cuenta de lo que está pasando. Lo que ha ocurrido es que antes los separatistas querían sacar a Cataluña y Euskadi de España, mientras que ahora quieren sacar a España de Euskadi y Cataluña.

¿Qué futuro ve para comunidades autónomas como Castilla y León?

Si no se endereza la situación, es mal futuro para todas las comunidades autónomas, sobre todo para aquellas que necesitan la solidaridad de otras.

Hubo épocas en las que Castilla y León hizo España. Sin embargo, ha tenido momentos de pérdida de población y de riqueza, por lo que ahora tiene derecho a pedir la solidaridad de otras regiones. Perder el sentido de lo nacional es el suicidio de una nación.

En los últimos tiempos se ha incrementado la preocupación de agricutores y ganaderos por los anuncios de Donald Trump sobre los aranceles, como el 200% que se pretende aplicar a la exportación de vino a EEUU. ¿En qué cree que se va a quedar todo esto?

Trump practica una diplomacia transaccional. Siempre empieza con una postura de máximos y en la negociación va retrocediendo hasta llegar al punto que le interesa. En esa política, los aranceles sirven para todo, como para corregir lo que él considera que es un déficit comercial, pero sirve para exigir cosas que nada tienen que ver con eso.

Ahora dice que quiere quedarse con Groelandia o anexionarse Canadá, pero no va a invadir militarmente. Sin embargo, en el primer caso, puede establecer unos aranceles tremendos hasta que le den lo que quiere.

¿Cómo le puede afectar todo esto a España?

El Gobierno de Sánchez empezó con muy mal pie. Recuerdo cuando en su día me reuní con Hillary Clinton en Munich y me recibió de muy malas maneras. Estaba muy irritada por la política de Zapatero por hechos como retirar las tropas de Irak sin avisar a los aliados, creando un problema en el frente. Sánchez ha tenido la habilidad de irritar a Trump desde el inicio. No se le ocurrió mejor cosa que cuando le dijeron que había que subir la cuota que España paga a la Alianza Atlántica, dijo que eso era una deriva militarista. También la predilección que tiene Pedro Sánchez  por los movimientos del Grupo de Puebla de extrema izquierda, algo que a Trump no le gusta nada. Por ello, dijo que estamos en grupo de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), a los que no puede ver, porque una de las cosas que quieren hacer es saltarse el dólar. Esos son algunos de los factores que Trump nos va a hacer pagar.

Usted vivió ese inicio de las tensiones entre Rusia y Ucrania, manifestando que la UE había sido muy tibia en su postura. ¿Cree que nos hubiese evitado todo esto si la posición de Europa hubiese sido de otra manera?

Cuando empieza todo, la Unión Europea tuvo una reacción muy tibia, como reducir las compras de gas y petróleo, medida que los rusos esquivan buscando otros clientes. Él creyó que si volvía a hacer una gracia igual no pasaría nada y es lo que ha hecho.

El problema ahora es que está pidiendo demasiadas cosas. Dentro de unos años, lo más probable es que Putin invada y se quede con el resto de Ucrania, que es su objetivo final. Creo que si queremos sobrevivir, la Unión Europea no tiene opción. Los americanos han dicho que sólo van a intervenir en aquellas zonas donde estén implicados los intereses americanos.

El mundo se repartirá en tres grandes territorios como son EEUU, Rusia y China, cada una con su zona de influencia, dejando a España como una especie de parque temático para disfrute de turistas chinos.

Con este panorama, la Unión Europea intenta subir los presupuestos de defensa. En ello está el Gobierno de Pedro Sánchez, ¿cree que logrará el apoyo suficiente?

Para que le apoyen tiene que proponer un plan y eso no existe. Este Gobierno tenía que haber presentado la Estrategia de Acción Exterior que es un plan a cuatro años y no lo ha hecho. No hay Ejecutivo que pueda hacer ni eso ni nada si no tiene un presupuesto. El Gobierno en el que yo estuve presentamos siete presupuestos en siete años, mientras que el actual ha presentado sólo tres en el mismo tiempo.