Castil de Vela, una de las localidades de la provincia más afectadas hace tres semanas por una tormenta de granizo que provocó numerosos daños materiales en viviendas, naves agrícolas y vehículos y que arrasó cultivos, ve cómo se le abren algunas puertas a las que ha llamado en busca de vías que permitan compensar esos daños.
La Diputación Provincial ha comunicado al Consistorio que colaborará económicamente en la ejecución de los trabajos que se lleven a cabo en infraestructuras generales (los particulares deberán tramitarlas a través de sus seguros, si los tenían concertados).
El compromiso se materializará próximamente, ya que se quiere dar carácter formal a la colaboración entre ambas Instituciones.
Castil de Vela se beneficiará de unas ayudas directas que la Diputación considera vitales en estas circunstancias, al tratarse de una situación de emergencia.
La diputada de zona, Montserrat Infante, fue la primera responsable de la Institución Provincial en recoger, sobre el terreno, al día siguiente de producirse la tormenta, las demandas municipales. Se desplazó hasta la localidad para comprobar el alcance de los daños.
Posteriores conversaciones entre el Ayuntamiento (alcalde y secretario) y la Institución Provincial (Presidencia y diputados) cristalizarán ahora en esa colaboración que va a permitir ejecutar obras en servicios generales.
Semanas atrás, el alcalde de la localidad, José Manuel Pérez (PP), apuntó que se estudiaba la posibilidad de solicitar la declaración de zona catastrófica. «Hemos mantenido contactos con la Subdelegación del Gobierno, tanto de Palencia, como de Valladolid, que coordina el tema. Nos hemos interesado por las opciones que existen de lograr esa declaración», señaló 24 horas después de producirse la tormenta, José Manuel Pérez Bernal.
El regidor reconoció ya entonces que era «complicado» lograr esa declaración, aunque avanzó que se harían todas las gestiones posibles para conseguirla.
El Consorcio de Compensación de Seguros a pesar de los desperfectos ocasionados por la tormenta solo se hará cargo de los daños, en base al Real Decreto de octubre de 2011 que reformaba el reglamento de riesgos extraordinarios donde se establecían de forma específica los criterios para delimitar daños causados por tempestad ciclónica atípica, entre los que fijaba la velocidad de 120 kilómetros por hora como el límite para que interviniera el Consorcio de Compensación. De momento son las compañías aseguradoras las que realizan las gestiones sobre los daños de cada uno de los vecinos de las localidades afectadas.