La verdad es que me va a quedar un agosto muy baloncestístico, cosa que en absoluto me disgusta, más bien todo lo contrario. Así que aprovechando la reciente entrada en el Hall Of Fame del baloncesto americano de Pau Gasol, y la inminente de Amaya Valdemoro en el ídem de la FIBA, se me viene ocurriendo pensar en qué platos de restaurantes podrían inaugurar un particular Hall of Fame gastropalentino. Y, seguro que dejándome muchos meritorios fuera, me atrevo a lanzar una lista de candidatos entre los disfrutados personalmente. De antemano, pido disculpas a los norteños, pues hace años que no subo a nuestra montaña. De esta manera, mis candidatos de nuestra provincia serían, no precisamente por este orden, cualquiera de los platos de paloma de la Hostería Los Palmeros y la perdiz escabechada del Asador de Frómista, ambos de esta localidad; el guiso de alubias de Casa Carmelo en Saldaña, las manitas de cerdo de la Estrella del Bajo Carrión en Villoldo, los pimientos asados de Casa Chesmy; de Palencia capital seleccionaría al paté de lechazo de Terra, la tortilla de patatas de La Encina, la ensaladilla del San Remo, las albóndigas de ternera de El Chaval de Lorenzo o la menestra de La Traserilla. Por la parte dulce, mi favorito es el inolvidable flan de La Cueva de Alar, destacando los trampantojos de Ajo de Sopas, el limón del Asador de Frómista (único repetidor de esta lista) o las milhojas del Mesón del Cerrato en Tariego. Y ustedes, ¿qué opinan? Seguro que aquí puedo decir tranquilamente y es válido lo del «no están todos los que son», pero seguro que sí son todos los que están. Mi satisfacción y recuerdos al escribir de ellos dan buena fe de ello.