Raúl de la Hoz Quintano (Palencia, 1973) lleva más de un cuarto de siglo dedicándose a la política regional. Tras más de 25 años como procurador de las Cortes de Castilla y León, tiempo que le avala como el político que más tiempo lleva en la Cámara, da el salto a la política comunitaria ocupando el puesto número 12 de las listas del Partido Popular a las elecciones europeas este domingo. 

La entrevista completa con Raúl de la Hoz se emitirá mañana, a las 16,30 horas, en La 8 Palencia.

Campaña intensa pese a ser unas elecciones europeas...
Hemos querido que sea intensa para hacer llegar el mensaje del Partido Popular a todos los rincones. Desde Alfonso Fernández Mañueco, incluido yo mismo, hasta el último concejal, nos estamos moviendo. 

Intentamos movilizar el voto y, sobre todo, hacer ver al electorado la importancia que tienen estas elecciones desde todos los puntos de vista. No solo porque nos van a permitir diseñar la Europa del futuro, sino porque nos van a permitir determinar qué papel va a jugar España. 

También nos sirven como reconocimiento de la situación que estamos viviendo en nuestro país. Son unas elecciones que tienen una clave nacional muy importante. Los acontecimientos que estamos conociendo en los últimos días, como la aprobación de la Ley de Amnistía, la corrupción del Partido Socialista o su absoluto desgobierno están en este debate y propician la respuesta de la sociedad ante la situación caótica a la que nos está abocando el Gobierno de Pedro Sánchez. 

¿Por qué decidió dar el salto de Castilla y León a Europa?
Ahora ha surgido esta oportunidad porque así lo han querido Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Fernández Mañueco. Apostaron por que Castilla y León tuviera una representación importante en el parlamento más importante del mundo, donde se toman las decisiones que más afectan a nuestro día a día. Nuestros ganaderos, agricultores y autónomos y nuestra importantísima industria de la automoción están ya cansados por tanto agravio y olvido por parte del Gobierno de España.

Era el momento de que Castilla y León tuviera una voz en Europa y han considerado que yo fuese esa persona, así que estoy agradecido a mi partido y, sobre todo, a los ciudadanos de nuestra comunidad por todo el cariño que estoy recibiendo estos días.

¿Cómo está percibiendo en el tú a tú el interés de los ciudadanos por las políticas europeas en un momento en el que existe un preocupante desconcierto sobre todo lo que está pasando en el continente? 
Los ciudadanos van tomando conciencia de la importancia que tienen las decisiones que se adoptan en Europa. Lo saben muy bien los agricultores de nuestra tierra, afectados por unas incomprensibles normas ecologistas que lastran nuestro desarrollo; lo saben también los ganaderos, quienes sufren una normativa absolutamente absurda en relación con el lobo; y lo sabe muy bien nuestra industria de la automoción, amenazada por unas políticas medioambientalistas que pretenden lastrar el desarrollo económico e industrial. Cada vez somos mucho más conscientes también porque deberíamos ser beneficiarios de la solidaridad europea de los fondos NextGeneration, los cuales no están llegando como debieran a los generadores de riqueza. 

Claro que importa Europa y el peso que tenga España. Este debate sobre cómo queremos enfrentar el futuro y cómo queremos que se desarrolle la economía de Castilla y León viene muy determinado por el partido que elijamos este domingo.

¿Qué mensaje lanza a los ciudadanos respecto a cómo les puede cambiar la vida en función de la decisión que tomen este domingo en las urnas?
Los del norte de Palencia vienen muy marcados porque la candidata socialista fue la que cerró la térmica de Velilla. La conocen bien y sé que actuarán en consecuencia.

El Parlamento Europeo está tramitando una ley de bienestar animal a instancias de los grupos de izquierdas que haría inviable el desarrollo del transporte ganadero en nuestra comunidad, ya que establece unas condiciones que son  superiores a las que se exigen para el transporte de humanos. Es algo incomprensible, y todo bajo ese maquillaje proteccionista de la naturaleza y los animales que hace imposible cualquier desarrollo económico del sector agroalimentario. 

Desde el PP lucharemos contra esa ley y, en definitiva, por defender nuestros productos de la amenaza de terceros países. Queremos que las exigencias en los acuerdos comerciales del exterior sean las mismas que estamos exigiendo a nuestros productores de Castilla y León.