Entre las opciones que barajé para esta columna me resultó fácil desechar unas cuantas. Descarté en primer lugar los reportajes de los telediarios sobre la subida de precios de los alimentos durante estas navidades, más que nada porque no anunciaban novedades aunque este año los jefes pensaron que incluyendo los mercados como escenarios idóneos atraerían telespectadores. Y así ha sido… más que noticias fueron paseos por mercados. Para colmo, tuvimos la desgracia de ver en la sobremesa a los pobres redactores mirando a la cámara, micrófono en mano, anunciando la subida del cordero, la merluza y el turrón -entre otros productos- y preguntando a los consumidores que qué les parecían los precios. Tras esta exhibición no descarten que alguien proponga como candidatos al Pulitzer del 2024, versión 'modalidad extranjera', a quienes idearon esta ocurrencia informativa.
Luego descarté las demás pero no por sorprendentes sino porque ya figuran en la prensa y son conocidas. Sería, pues, repetir lo mismo sin necesidad. Entre ellas había noticias cercanas -de Palencia y provincia-, hispanas, europeas e incluso mundiales. Al final opté por los libros y sus contenidos porque estos días han sido objeto de atención tras su aparición en infinidad de suplementos y tienen más utilidades de las que se les suponen. A veces son un regalo socorrido pero siempre son una fuente desconocida de sorpresas, conocimientos y detalles que fácilmente terminan en el baúl de los recuerdos de quien se hunde en sus páginas.
Entre todos los aparecidos en las publicaciones de estos días destaca la ausencia de Color. Historia de la paleta cromática. Su autora es una periodista inglesa, Victoria Finlay, y la obra recibió hace unos meses críticas aceptables. Tal vez por eso no figura entre las recomendaciones navideñas. Sin embargo, tiene una utilidad poco apreciada entonces porque, pese a lo que su título sugiere, es además una oportuna muestra de la denominada literatura de viajes, modalidad nada ajena a nuestra tierra en siglos pasados. Tan interesante como la descripción que ofrece sobre lugares y orígenes de viejos pigmentos lo es también la que refleja la vida y las costumbres actuales de quienes allí moran ahora, en el siglo XXI.