Por una de esas casualidades de la vida, dos en concreto, los ciudadanos han podido comprobar que la realidad es tan útil como el relato, vocablo de moda entre la clase política. De hecho la realidad es útil porque permite extraer conclusiones ante lo que se escucha y lee y se compara con lo que de verdad ocurre. La palabra relato, tal como se usa en España, fue obtenida de un trabajo del francés Christian Salmon titulado Storytelling. La máquina de fabricar historias y formatear las mentes (Península. 2008). Como ven, la pólvora no se inventó ayer. Por lo demás, las dos casualidades las han originado sendos accidentes, uno en un túnel ferroviario de Madrid y otro en una delegación de la Agencia Tributaria.
Por lo visto, cuando el ferrocarril hispano atravesaba el mejor momento de su historia, así decía un ministro, va un Avant (posiblemente un S-114, según las fotos) y se estrella contra la pared del tercer túnel, el más nuevo, que discurre entre Atocha y Chamartín. Si descarriló solo o algún operario provocó el accidente para evitar males mayores es casi lo de menos porque antes habría que preguntarse por las inversiones en renovación y mantenimiento de la infraestructura y parque móvil del transporte ferroviario, asunto en el que, se pongan como se pongan, las responsabilidades alcanzan a los gobernantes de los dos principales partidos políticos de este país. Y no son Zipi y Zape sino PSOE y PP.
Por lo visto (la otra casualidad), parece que un ciudadano, pareja de una dirigente española, ha incluido en alguna declaración fiscal ciertos accesorios que casan mal en las obligaciones con Hacienda. Lo de que haya trascendido públicamente es casi lo de menos porque antes habría que preguntarse si un Rolex, los amortiguadores de un turismo de gama celestial (Porsche) o un saxofón desgravan. O si se pueden poner a nombre de la empresa propia. Conviene saberlo. Este asunto es muy importante porque al resto de los ciudadanos se les puede pasar por la cabeza incluir en su declaración enseres imprescindibles para vivir. Hay una bella Taylor acústica de 6 cuerdas en Musical Tamayo… los pinceles de pelo de marta Kolinsky están carísimos y no digamos los repuestos para una locomotora Rocco a escala 1/87.