Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


El comité

23/03/2025

El pasado 7, El Mundo traía un contundente escrito titulado 'Reformar la Constitución para garantizar el aborto'. La sentencia venía avalada por Yolanda Díaz, Verónica Barbero y diez firmas más como si de la gripe porcina o el sarampión se tratara. Aunque no les importe, las admiro por su constante tesón. Ojalá fueran tan enérgicas y bravas para atajar otros temores y calamidades que atenazan a las mujeres. Dicen: «Nosotras tenemos claro que es una cuestión de derechos humanos, de igualdad y de justicia social». El slogan parece no encajar en lo que quieren regularizar, se echa en falta el desglose de estas tres cuestiones para saber qué significan para este comité de élite. Hablan de la Ley  2/2010 del 3 de marzo de salud sexual y reproductiva que permitió la interrupción hasta la semana 14 de gestación sin necesidad de alegar circunstancias excepcionales sobre la interrupción voluntaria del embarazo, y se quejan de que en 2015 el Gobierno de Rajoy las llevara a un retroceso al negar la posibilidad de decidir sobre su propio cuerpo a las mujeres de 16 y 17 años. Esto no es de derechas ni izquierdas, sino una manera de omitir el pensamiento de que son vidas, un dato que jamás incluyen. La baja de criaturas que no han podido ver la luz  es un pico del que las estadísticas, ciegas y mudas, no dan cifras exactas. El tema es muy delicado y discutido, viene de muy lejos, es duro de tratar y en extremo difícil para muchas madres. Pero en época tan avanzada y de la todoresuelve IA, aterra que quienes más pueden ayudar sean mujeres influyentes sin un solo párrafo que haga mención hacia esas minúsculas vidas. Mujeres que por cargos pisan fuerte, sociales, caritativas y sin problemas dinerarios. Sin embargo,  hay quienes quieren pero no pueden mantener hijos. Lo trágico para el bebé del que nunca hablan, es que no ha pedido ser dibujado y carece de amparo. Un bebé que es mucho más que una víctima que si tuviera voz, tal vez diría: Qué poco vale un gramito mío. Y os quejáis de que este sea un país envejecido. ¿Por qué habiendo tantas entidades de ayuda, formulas y soluciones os empeñáis en elegir la que más me duele?