Antonio Álamo

Antonio Álamo


Estulticias

05/09/2024

Se acerca el final del verano. Y el de las fiestas patronales, todo hay que decirlo. El calor, pues, empezará a boquear, regresarán los aguaceros -fenómenos atmosféricos que forman parte de la tradición de los Sanantolines- y pequeños y mayores comenzarán a dar sus primeros pasos de vuelta al colegio los primeros y al Congreso, Senado y telediarios los segundos. Nos acercamos al otoño. Quiere eso decir que los ciudadanos saldremos perdiendo porque en los informativos televisados de mediodía dejarán por fin de ilustrarnos con esas maravillosas fiestas gastronómicas y con esos productos típicos de casi todas las regiones españolas. A cambio, volveremos a ver las diatribas que se lanzan los unos a los otros y los otros a los unos. Qué suerte tenemos.
El curso político, eso sí, comienza bien. Por lo pronto el Consejo General del Poder Judicial tiene ya presidenta, la catalana Isabel Perelló. No está mal. Ha pasado casi un lustro y por fin se ha solucionado un problema que no solo es político sino también práctico, entre otras razones porque hay sectores –y son unos cuantos- que necesitan funcionar a pleno rendimiento para evitar atascos de índole variada. Piensen en sanidad, transporte, juicios, alimentación y otros varios. Este caso y el del nombramiento del ministro José Luis Escrivá como nuevo gobernador del Banco de España ayudan a tranquilizar un enrarecido ambiente político, carente de ideas y temple. Y sobrado de estulticias.
Y hablando de estulticias, por denominarlo de forma descafeinada, el curso estival lo ha clausurado de forma apoteósica el alcalde de un pueblo abulense con una de ellas. Dueño de un mal gusto espectacular, puso el broche el oro al final de verano con una cancioncilla. Pero había otra letra mucho más apropiada para la ocasión también con él como protagonista. Bastaba con incluir palabras diferentes: gayumbos, mayor de edad, adminículo, árbol y soga atada al aparejo del cantante. Lo de menos es que se especifique si se trata de un roble, chopo, castaño de indias o sauce llorón. Por el contrario, es importante que el cordel tenga el grosor suficiente para soportar el peso de un humano y que medie cierta distancia entre el suelo y el chasis del titular del adminículo.