Editorial

La ciudad es un organismo vivo y precisa atención y cuidados constantes

DP
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El Ayuntamiento tiene que afinar vista y oído para mantener las constantes vitales y mejorar el estado general de salud de Palencia

La capital palentina, como el resto de ciudades y pueblos, es un ente en perpetuo cambio, no solo porque crecen sus barrios, cierran establecimientos y empresas, pero abren otros nuevos, se levantan infraestructuras y dotaciones, se modifican trazados, se ensanchan o estrechan calles, se incrementa la accesibilidad y se persigue el necesario ornato, sino además porque camina en la dirección de las nuevas exigencias del planeta, que no son otras que conseguir la sostenibilidad. Hay que contaminar cada día menos, a través de las zonas de bajas emisiones, como la proyectada en el centro del casco histórico; hay que trabajar en base al ahorro energético de la mano de las renovables y hay que dar mayor protagonismo al peatón,  al ciclista y al vehículo eléctrico frente a quien todavía usa -y en ocasiones abusa- de los motores de gasolina y diésel. Todo ello desemboca en obras, en proyectos, en modificaciones del planeamiento y en determinados casos en una colisión de intereses entre vecinos y políticos, entre estos y los técnicos, entre distintas administraciones o entre todos. Ejemplos hay en Palencia y algunos bastante recientes.

 Una de las últimas polémicas, y bastante sonada, fue la de promover la construcción de viviendas colaborativas en un solar del barrio de San Juanillo, que en su momento se había contemplado como base de un nuevo complejo dotacional. Los vecinos de la zona se agarraban como un clavo ardiendo a esa primera idea, mientras que los responsables municipales vendían públicamente las bondades de favorecer el acceso a la vivienda de colectivos como el de los jóvenes, a través de esa iniciativa, y de aprovechar los fondos europeos destinados a ello. Las posturas llegaron a enconarse y la llegada de las elecciones del 28-M aparcó, al menos temporalmente, la decisión. Ahora, parece que la nueva corporación es partidaria de otra salida y podría encontrarla en la mirada que la Junta de Castilla y León ha puesto sobre un solar, pero esta vez de la avenida de Asturias, en el barrio de San Antonio. De ser así, finalmente, los vecinos de San Juanillo estarían satisfechos, más todavía si llega a concretarse esa dotación social para su barrio y los adyacentes.

Claro que no es la única demanda de esta populosa barriada. Los representantes vecinales exigen mayor cuidado y mantenimiento de un buen número de calles, que a su juicio pecan de cierto abandono y van deteriorándose en tanto no se arreglan. Es legítima la petición, como lo es la de todos los barrios, ya que nadie quiere vivir con aceras maltrechas, vías que piden a gritos un asfaltado o reasfaltado o con carencias sociales. Toca insistir en que el Ayuntamiento tiene que afinar vista y oído para mantener las constantes vitales de la criatura urbana. Y para mejorar su estado general de salud. Es una necesidad y una obligación.