En mi último artículo mostré que Palencia era la tercera capital de España que menos empleo había creado en los últimos doce años, los tres mandatos del PP en el Ayuntamiento palentino. También dije que el nuevo gobierno municipal del PSOE no parecía ser consciente de la gravedad del problema, y por eso califiqué su presupuesto para 2024 como decepcionante. Es más de lo mismo. Vaya por delante que las competencias de ejecución en materia de empleo son de la Junta de Castilla y León. Así lo dice el artículo 76 de nuestro Estatuto de Autonomía. Pero no es menos cierto que nada de lo que acontezca en una ciudad le es ajeno a su Ayuntamiento, y por eso hay una concejala de un área que, entre otras cosas, se denomina de impulso económico, y que preside la Comisión de Desarrollo Económico y Empleo. Por tanto, el Ayuntamiento debe hacer todo lo posible por impulsar la economía de la capital y favorecer con ello la creación de empleo, lo cual ha de tener reflejo en los gastos e ingresos de su presupuesto. Hoy hablaré de estos últimos, porque Palencia no puede salir del pozo ella sola, no puede revertir la deriva decadente de los últimos años por sí misma, y necesita que la Junta de Castilla y León y el Gobierno de España tiren de ella. ¿Cómo? Pues hay varias formas, y una de ellas es a través de transferencias y subvenciones para financiar gastos de inversión, lo cual tiene reflejo en el capítulo 7 del presupuesto de ingresos del Ayuntamiento. Y ahí reside el problema. El Ayuntamiento de Palencia ingresará por este concepto 684.000 eurillos en 2024, muy poco si lo comparamos con los 3,9 millones de Zamora o los 5,8 millones de Soria. ¿Y de qué depende que un Ayuntamiento ingrese más o menos fondos en ese capítulo 7? Pues, fundamentalmente, de la capacidad reivindicadora de su alcalde, de su voluntad para plantarse ante Mañueco y Sánchez y reclamar para su ciudad lo mismo que ya reciben otros ayuntamientos, algo que de momento no parece haber hecho Miriam Andrés y que debería ser exigido por Vamos Palencia como contrapartida al altruista apoyo prestado. Al hilo de esto me viene a la mente la figura de Heliodoro Gallego, que no pasaba semana sin ir a Madrid a entrevistarse con ministros o directores generales para arrancar fondos para Palencia. Llorón le llamaban desde la oposición. Pues bendito llanto, querido lector.