El artículo 36 de la Ley Reguladora de Bases de Régimen Local desgrana las competencias de las Diputaciones Provinciales. La mayoría afecta a municipios de pequeño tamaño (prestación de servicios de carácter supramunicipal, coordinación, asistencia...) pero también hay una referida a toda la provincia, incluida la capital. Es la contenida en el punto 36.II.d relativa a la cooperación en el fomento del desarrollo económico y social en el territorio provincial. Esta competencia, a mi parecer, tiene dos claras implicaciones. La primera, fomentar el desarrollo económico provincial supone reconocer a la capital como motor de actividad económica y generación de empleo. Si tira la capital, tira la provincia. Es lo que se conoce como efecto tractor. La segunda, cooperar se define como trabajar conjuntamente con otros para lograr un fin, y en este caso acarrea la necesidad de que la Diputación se entienda con el Ayuntamiento de la capital. Claro, en Palencia hablar de cooperación entre Ayuntamiento y Diputación es una quimera vista la triste imagen dada a cuenta del convenio del parque de bomberos. Pero es que nada frenará el declive económico de la capital y la provincia si no cooperan ambas instituciones, y ello conlleva dos cosas. Una, que colaboren en la captación de fondos de la Junta, del Gobierno, y de la Unión Europea. Y dos, que la Diputación también fomente la creación de empleo en la capital. Y podría hacerlo, porque cada año dispone de más recursos para ello. Os doy un dato. El presupuesto del Ayuntamiento de 2010 era de 95 millones de euros. El de 2024 es de 98 millones, prácticamente el mismo. Por su parte, en esos quince años el presupuesto de la Diputación ha pasado de 72 a 102 millones, un aumento de 30 millones de euros. A poco que hiciera podría liderar la creación de empleo en la capital. Por tanto, sólo es cuestión de altura de miras de las máximas responsables de ambas instituciones, Ángeles Armisén y Miriam Andrés, avanzar por este camino. Otras provincias ya lo han hecho. La última, Huelva. Hace unos meses su Diputación anunció la colaboración con el Ayuntamiento para hacer de la capital, y cito textualmente, el motor económico de la provincia. ¿Por qué aquí no es posible un acuerdo similar?