La delicada situación por la que atraviesa el sector agropecuario en la provincia en los últimos tiempos se refleja en diferentes frentes, como el número de tractores matriculados en la provincia o los gastos derivados del uso y mantenimiento de los mismos.

Con este punto de partida en el horizonte, no es de extrañar que el uso del gasóleo b, comúnmente conocido entre los profesionales del sector como gasóleo agrícola, se haya desplomado en los últimos años. A tenor de los datos que maneja la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), la caída ha sido del 9,54 por ciento en el último cuarto de siglo en el conjunto de la provincia.

Y es que, si en 1999 Palencia consumía 61.083 toneladas anuales, la cifra ha descendido hasta las 55.256 el pasado ejercicio, siempre tomando como referencia los datos recogidos por Cores, ente encargado de realizar estadísticas y publicaciones de calidad en el sector.

De hecho, estas 55.256 toneladas registradas supone la segunda cifra más baja desde que existen registros oficiales. Solo supera a las contabilizadas en 1997, cuando se anotaron 49.549. Por citar otros ejemplos del último lustro, 65.155 fueron las toneladas de 2022 y 68.904 las de 2021. En 2020 se consumieron  71.611 y 62.757 en 2019.

Llevados estos datos al consumo diario, la media de lo que va de año es de 135 toneladas diarias (4.146 toneladas en enero, últimos datos disponibles), nada que ver con las 167 que consumían los agricultores y ganaderos palentinos hace un cuarto de siglo. 

LLENAR EL DEPÓSITO

El gasóleo agrícola es uno de los insumos que más han subido en los últimos años, según vienen denunciando las organizaciones agrarias en las últimas tractoradas.

Así lo refleja el Informe de Precios Gasóleo Agrario y Pesquero elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), donde se recoge que si en 2009 se pagaba 0,618 euros/litro, el precio ayer de media en las gasolineras palentinas ascendía a 1,208 euros/litro, según el portal especializado ClickGasoil. Es decir, cuesta ahora casi el doble que hace 25 años.