No es la primera vez que un centro escolar de la provincia presenta daños estructurales que impiden la vuelta a las aulas de los alumnos. De hecho, hace poco más de 20 años , los 70 alumnos del colegio comarcal Conde de Vallellano de la localidad de Ampudia no pudieron volver a las aulas después del día de Reyes, como marca el calendario escolar. Prolongaron sus vacaciones navideñas hasta que la Dirección Provincial de Educación encontró para ellos una solución tras el derrumbamiento de gran parte del tejado del colegio el día de Año Nuevo, un suceso que gracias al período navideño no derivó en daños personales al encontrase la instalación vacía en el momento de la caída del techo.

Las intensas lluvias registradas en Palencia durante las últimas horas del año 2002 fueron la causa directa del derrumbe del tejado del colegio, que había sido construido en 1976. 

El edificio presentaba también grietas en los muros y en los pilares, por lo que un arquitecto de la Dirección General de Infraestructuras de la Junta de Castilla y León se tuvo que desplazar hasta Ampudia para evaluar la cuantía de los daños ocasionados. El entonces conserje del centro escolar, Donatilo Alonso, se encontró con el derrumbe del techo del colegio. «Las paredes se han movido por el agua y eso ha provocado la caída del tejado. Hay que dar gracias porque no había nadie en el interior», explicó a los medios de comunicación. El entonces director provincial de Educación, Gregorio Vaquero, se reunió con los alcaldes de las localidades cuyos alumnos se desplazaban diariamente al centro para informarles de la situación, ya que los desperfectos ocasionados eran importantes. 

REPARTIDOS. En un primer momento se estudió la posibilidad de que los 70 niños afectados acudieran a clase repartidos en otros centros educativos tras las vacaciones de Navidad a la espera de una solución definitiva para el edificio siniestrado.

Pero pasado el tiempo, la administración regional se dio cuenta de que la situación era grave y tras decidir en un primer momento la instalación provisional de módulos escolares en la propia localidad de Ampudia, finalmente no tuvo más remedio que sacar a concurso la redacción del proyecto del nuevo centro escolar en sustitución del viejo colegio, extremo que se fraguó en junio de 2003. 

Finalmente, el nuevo colegio de Ampudia se inauguró dos años después, concretamente en septiembre de 2005.

Acompañado por el entonces alcalde de la localidad y la directora del centro, el titular de Educación del Gobierno regional descubrió una placa conmemorativa del acto para posteriormente, recorrer las dependencias del centro, que contaba en aquellas fechas con   una unidad de Educación Infantil y cuatro unidades de Educación Primaria.

El edificio se vendió en septiembre de 2005 como una estructura que se caracterizaba por una arquitectura moderna y funcional, con un acabado que combinaba diversos materiales (madera, metal, cemento) con una atractiva e idónea señalética así como unos cuidados elementos de accesibilidad.

Con una superficie total construida de 1.462 m2, cuenta con gimnasio, un espacio de usos múltiples y comedor. «Las autoridades departieron con profesores y alumnos en un ambiente distendido, sorprendiendo a los escolares en plena actividad escolar», según rezaba en las crónicas periodísticas del momento. El caso del Conde de Vallellano se resolvió satisfactoriamente aunque los alumnos y sus padres tuvieron que sufrir las incomodidades del momento.